Párrafo 10.10

10.10 “Si el idioma, la comunicación silábica, es una de las cualidades que insertadas en el hombre antes de su nacimiento, descubre desde el contacto social, el sexo es una de las pocas páginas del libro del compromiso que leen las primeras células del nuevo ser”.

10_10

COMENTARIO DE EL AVENTURERO

El sexo nos configura en dos razas diferentes, y ya desde el estado embrionario el ser humano se define como hombre o mujer.
La diferenciación sexual va a marcar todo nuestro desarrollo y comportamiento y estará modulando a lo largo de la vida todos los procesos vitales.

El lenguaje como cualidad inserta en nuestra genética que desarrollamos en la infancia, también será modulado con matices diferentes en función de nuestro sexo. Porque todo lo cognitivo, sensorial, sensitivo, biológico, morfológico, en definitiva, nuestra actitud y la interpretación del mundo que hagamos… será diferente.

El sexo va a ser el traje que nos pongamos para venir a este mundo, a través del cual expresemos nuestras capacidades arcánicas. Ni el lenguaje, ni ninguna otra capacidad o cualidad humana va a ser configurado y desarrollado de la misma manera en un hombre o en una mujer. Somos diferentes.

Tal vez por esto, el sexo está escrito en el libro del compromiso, y su lectura implicaría entonces una responsabilidad al respecto de su conocimiento, del desarrollo de la compleja “estructura” que nos soporta como seres humanos, que nos diferencia y que hace más complejo el mundo; o por lo menos de un conocimiento en profundidad.

Más allá del modelo cultural y por tanto de condicionantes y estereotipos sociales hay una esencialidad en cada sexo que desconocemos. Es un misterio por descubrir. Digamos que tenemos toda una vida para ello…

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12 Comentarios

  1. Con dos daiquiris
    31 enero, 2016

    Las vacas paseaban con el rostro desmayado por el llanto de los días sagrados que preceden al nacimiento de la duda ignorando, en su perezoso ir y venir ya del puede al quién sabe ya del nunca al quizás, si era vertido por los ochenta y seis mil cuatrocientos pares de ojos de sus respectivos pequeños y apresurados segundos o derramado por la torpeza de unas horas demasiado rotundas, lentas y poco versadas en el arte de una Terpsícore que se había declarado incapaz de hacerlas llevar el ritmo hasta el centro de la estancia en penumbra que, habiendo prometido ser placentera, empezaba, ahora precisamente, ahora que los rayos del sol ya no alumbraban y las diminutas lagunas saladas e iridiscentes se habían convertido en charcos negruzcos de aspecto grasiento, a dejarse sentir como larga y tediosa.

    Una temprana, hora madrugadora que mostrase al principio un aire virginal algo descolorido en su cara lavada y sin otro aderezo que unos toques de alba, suspiró a lo que bajo los efectos de una combinación de fatiga y dos daiquiris imaginó el borde del desánimo y se quitó los tacones para, tras masajear sus pies, dejarse caer sobre lo que tan sólo era el primero de los hitos que advertían de la presencia sobrecogedora del abismo; pero ella no lo sabía.

    ¿Cómo sería la desesperación en toda su inmensidad?

    Tenía alguna noción desdibujada no peor ni mejor que cualquier idea imprecisa ni menos o más inconcreta que tantos otros prácticamente despreciables rudimentos de un saber que había ido pergeñando a base de prestar oído a las más viejas cuando, sentadas en torno a la camilla una vez terminada la faena, conversaban refiriéndose historias verdaderas o inventadas de quién podría saber cuántas correligionarias extraviadas que, tildadas de ineptas para encontrar el camino de regreso, consideradas indignas de continuar ostentando su título y su rango, fueron dadas por perdidas.

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  2. Nuba
    31 enero, 2016

    Al aventurero ( ya que no aparece la opción de «comentario » a su comentario, aquí lo especifico.
    Ya está bien de utilizar la lengua y la escritura- que no el lenguaje- para manipularlo en pos de ideologías -las propias o las aprendidas, que me es indiferente-
    Vosotros, que estáis todo el día hablando de Ciencia entre un ying y un yang dualista, de mal o bien, de me quedo con ésto y critico lo otro etc, pero sin ningún argumento científico en el que basar la opinión…..
    Vosotros, ( MACHOS O HEMBRAS) que tomáis las palabras de un libro en el que no alude para nada a diferenciaciones por cuestión de glándulas sexuales sino que dice textualmente que las primeras células leen un mensaje genético distinto, xx o xy, pero que obviamnete existen muchos más humanos con otras variables.. y que el autor no habla de ellas porque no vienen al cuento de su mensaje.
    Vosotros, podéis hacer el comentario que os dé la gana sobre el texto que se presenta, pero nada tiene que ver con las palabras textuales.
    Y estoy jartita de tener que escuchar «raza» para diferenciar hombres y mujeres.
    Se os ve bastante el plumero. Algo que es EVIDENTE en la forma, no hace falta catalogarlo, y mucho menos catalogarlo de forma errónea.
    Una raza no podría existir sin sujetos de ambos sexos para la misma raza, o si no es que los hombres paren? raza de hombres que paren a otros hombres? No en este planeta, no para los que se llaman hombres, porque no se pueden reproducir por esporas, ni otra miles de formas de reporducción asexual. e igual para las mujeres, no podemos hacer una raza de hombres, sin cromosomas Y.

    Que somos diferentes no hce falta ni decirlo, ni para las que tanto criticáis y que se llaman feministas ni para las que adoptan un rol , el de mujer u hombre o mujer y hombre u hombre que se siente atraído por otros de su mismo sexo o idem en las mujeres..
    Primero, porque nada tiene que ver el amor, o el enamoramiento con el sexo.
    Segundo, porque de tanto decir que somos distintos, surge la duda de si «de por dentro lo somos.»
    Yo he conocido hombres, distintos a mí en la forma, y nos hemos sentido atraídos no por la diferencia sino por la sintonía en el fondo, en el espíritu, en lo que media entre los cuerpos físicos de ambos. He conocido a mujeres, muy femeninas en la forma, que nada tienen en común con mi sexualidad, con mis hormonas femninas ni por supuesto con mi visión del mundo, ni mucho menos con la manipulación que hacen ellas del mundo irrisorio de los que llaman hombres ( masculinos).

    No hay diferencia de fondo entre hombres y mujeres, hay mucha cultura de la desigualdad , de los roles tópicos establecidos para cada uno de nosotros, hay diferencias sensibles en la misma proporción, dentro de el mismo grupo de mujeres con ellas y entre ellas, y de los hombres entre ellos.
    ( y llevamos 10.10 en el que el autor habla de ésto, una y otra vez, pone jemplos de plumaje, pone jemplos de dominación de unos sobre otros, ejemplos de mitos, ejemplos de las religiones más igualitarias pero nada…)

    Y hay mucho miedo a limar las diferencias porque eso supondría dar un salto evolutivo en el que nos enteráramos ya de una vez que ni hombres ni mujeres, sin una conciencia común y colectiva de la cooperación de aquellos dones con los que hemos aterrizado aquí, queremos y podemos potenciar, andaremos ningún camino.

    Esto no son dos razas, esto no es una guerra. Esto no es la escusa maniquea de proteger el futuro, que de eso se trata, separándo los COMPROMISOS en razas.
    Y no digo que no las haya pero no en el HUMANO, hay milenios cargados de estereotipos que sólo han llegado hasta nosotros por la historia – esa aventurero- que sólo cuentan los vencedores- mientras que la «otra historia» habla de hombres y mujeres sabias que hacen la guerra y la paz- en común-.

    No lo vamos a ver de forma macroscópica, pero yo si lo testimonio con el conocimiento de otros seres a los que me he ido encontrando a lo largo de la historia, otros hombres, que no siendo mujeres, como yo, han sabido sobrepasar el tópico de que nosotros estamos aquí para ser MUSAS , porque ellos son MUSOS de nosotros en igual medida.
    Y cuando esto es así, los cantos que salen por la voz-que no tiene sexo, sólo espíritu- son el instrumento científico que valida ese coro necesario de octavas, las graves y las agudas. Solo así haremos canción, paisaje y arte.

    Solo – quiero reconocer- al que me ve y me ve igual a él, con los mismos anhelos de compromiso. ( aunque claro, reconozco a todos los demás).

    Y no, por si no había quedado claro, YO NO QUIERO CONVERTIRME EN UN HOMBRE QUIERO QUE ME VEAN MAS ALLÁ DE MI CONDICION DE MUJER.
    y sobretodo, os pediría ARGUMENTOS CLAROS- NO TIENEN QUE SER CIENTÍFICOS- PUEDEN SER LO QUE QUIERAS- QUE CONVENZAN DE QUE ESO DE LAS RAZAS- TAN GRAVE- TIENE UN FUNDAMENTO DE ALGÚN TIPO. PROBADO EN DONDE SEA.
    y sí, me molesta, me molesta mucho a eats alturas del libro. Todas las guerras que tenemos hoy, son por lo mismo, por no reconocer lo extraño como propio. No lo propiciemos aquí, por favor.

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    • El Aventurero
      1 febrero, 2016

      El término «raza», se utiliza en el comentario con el sentido de subespecie dentro de la especie, con la intención de diferenciar ambos sexos, dentro de la especie «seres humanos».
      Lo que ocurre es que las palabras están cargadas de contenido ideológico o se han utilizado en contextos muy concretos que despiertan prejuicios y a veces su sentido añadido supera la siginificación de las mismas…

      Raza se define en la RAE como «Cada uno de los grupos en que se subdividen algunas especies biológicas y cuyos caracteres diferenciales se perpetúan por herencia», y el término se utiliza con este sentido, desligado de cualquier ideología.

      ¿Qué dice la antropología física al respecto? La especie humana puede que no tenga razas, los antropólogos no se ponen de acuerdo, la agrupación por razas es algo relativo, cuestionable, antiguo y superado, polémico en cualquier caso, como estamos viendo ahora.
      Sin embargo sí consideramos interesante y un paso hacia adelante utilizar este término para especificar la diferenciación sexual dentro del género humano.

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      • Nuba
        1 febrero, 2016

        Las especies, subespecies, razas – Géneros, subgéneros, variedades, cepas etc…tienen todas género dentro de ellas ( miles de géneros).
        Es decir que si existieran en los humanos, no lo son por el sexo.
        Por mucho que los fascistas genétistas, eugenésicos etc, se han empeñado a lo largo de los siglos, en intentar demostrar diferencias genéticas de un determinado linaje, y selección, no lo han conseguido. La población con más variabilidad genética del mundo es la Africana, hombres y mujeres.
        Así es que podéis decir que tenemos sensibilidades diferentes – la mayoría de ellas adquiridas en el contexto social, cultural y ancestral de esta civilización occidental, que es una mínima parte de todas las civilizaciones que han existido y existirán en el planeta, .. y que va a desaparecer.. porque está muerta, Porque ahora se ha convertido en tal plaga….- civilización occidental de viejos oscuros, que cierran las fronteras, éstos que dicen proteger la vida y no admiten a los otros, que se mueren a miles, a las puertas de nuestra casa, estos para los que jamás habrá perdón…. Estos, en los que mujeres y hombres, una minoría de zombies enfermos, no son de mi especie, no lo son porque están degenerados.
        No me diferencio de otros humanos por mi sexo, si no por mi visión del mundo, exacto, anónimo, por mi mirada, y esa mirada también la tienen muchos otros del otro sexo.
        Los caracteres ligados al sexo, son caracteres que están ahí y se desarrollan para cumplir funciones propias de la crianza, de la protección de la cría, etc.. y esos caracteres también están como posibilidad en los hombres, aunque no tengan ovarios.

        He visto hombres amorosos, cuidar de sus mujeres ancianas, o de sus hijos y he visto mujeres maltratarlos.

        He leído poemas de hombres y mujeres y no veo diferencia de sexo.

        He visto pinturas, teatro, cine, etc… con una sensibilidad no sexista, no marcada.

        El cromosoma Y conserva parte de sus genes, que no tienen que ver con su desarrollo gonadal, sino que son genes imprescindibles para la supervivencia y esos, los lleva exactamente igual que el cromosoma X, los mismos genes, genes que controlan aspectos esenciales de nuestra evolución y desarrollo. Muchos de los otros genes Y se han perdido.
        Y para el UNO, lo siento, busca en Science y en Nature de los dos últimos años, hay nuevas investigaciones referentes a los cromosomas, que no tienen que ver en absoluto con las razas, ni los géneros. Sois los que decís que hay dos razas los que tenéis que probarlo, no yo.
        Pero, sí que a raíz de ese comentario tan brusco, rápido y airado que os he puesto, porque de verdad lo creo así, que no somos razas diferentes, que el espíritu, la risa, el Ser, no tiene sexo, he buscado-
        información, pero no de ningún paper, sino de las palabras de un sabio y una sabia de una de las corrientes filosóficas y poéticas del pensamiento contemporáneo, que más me llegan.
        ( y como preparo para dentro de 15 dias mi «postulado a la congregación funcionaria de bioquímicos » de vez en cuando tengo que irme de los macrófagos ( que son poliversos, multipotentes, plásticos, que cambian entre los dos estados M1 y M2 el malo y el bueno) porque no existe en la naturaleza ninguno de esos estados puros y cuando existe es patológico es enfermo)

        Y aquí os lo dejo, para que lo leáis, vosotros mismos.

        Pero no haría falta, el autor lo dice en el libro, el autor dice que la naturaleza esencial del ser humano es bisexual, o así debería ser en el plano supraconsciente. Dice, que la diferenciación por sexo es sólo una cuestión transitoria hacia el descubrimiento de los dones -juntos- de los dos lados cerebrales, dice, que la naturaleza de ser es a lo mínimo trinitaria, eso obviamente transciende en mucho la diferenciación del sexo como marca sin posibilidad de evolución en la concepción del mundo.
        Os dejo con Sr Aurobindo y la Madre, y sus repetidas respuestas, de ambos, y en distintos momentos, a la pregunta ésta de los sexos y los géneros muchas veces hecha por sus discípulos:

        https://auromere.wordpress.com/2012/06/21/gender-differences-between-men-and-women/

        Cuando las femeninas ( risas) alcancemos los caracteres positivos de los masculinos- siguiendo tan bellas como somos- y ellos adquieran lo que de nosotros es positivo- siguiendo siendo tan bellos- entonces podremos juntos, evolucionar hacia algo cooperativo, compartido y completo.
        Y esto, como siempre, es únicamente lo que yo siento.

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        • Uno
          5 febrero, 2016

          Creo que no me has entendido…no te he preguntado donde buscar sino que qué es para ti demostrar, o probar algo científicamente? Basicamente porque como el aventurero te dice, creo que en este caso solo es una discusión semántica…

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    • Uno
      1 febrero, 2016

      Hola Nuba,
      me encantaría que nos ilustrases acerca de lo que es para ti un argumento científico, a que te refieres con la dualidad ying-yang en la que el aventurero dices que cae.
      También pides argumentos claros al final de tu texto, probados en donde sea, dices. A que te refieres con probados?
      Gracias!

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  3. Alicia
    1 febrero, 2016

    Quizás es que soy poco sutil, pero me ha dejado un poco perpleja que el comentario del Aventurero enfade tanto a Nuba. Me pregunto si es que no sabré leer.
    En cuanto al sexo – que es lo que en el texto se menciona – voy a expresar una opinión no poco subjetiva, ¿pero cómo sería el mundo sin subjetividades?, más que referida propiamente al sexo, que ahí está, y lo tenemos y es sin cuestión ni remedio lo que es, referido sí a la sexualidad, que, creo – e insisto sólo es mi opinión -, la forma en que los humanos la vivimos y se ha de algún modo consensuado en que es la normal y lógica y la manera en la que ha de vivirse, es del todo aberrante. En hombres y en mujeres y en cualquiera de la infinidad de modelos humanos ya sean homo, hetero, trans, bi, y al algún otro que se me esté olvidando o desconozca.
    Un mundo menos dominado por la sexualidad y sus impulsos estaría quizás funcionando bastante mejor.
    En los seres no humanos, sin embargo, la tolero mejor. Me inspira incluso una cierta ternura.
    Rarezas de una.

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  4. anónimo
    1 febrero, 2016

    Entiendo que el debate suscitado es interesante, no viene mal que se abra la posibilidad de entrar en él.

    El término «raza» parece, como creo que intenta indicar Aventurero, estar perdiendo sustento en el lenguaje científico.

    Es posible, también, que al principio se trataran de establecer características comunes que permitieran facilitar la catalogación natural en la especie humana…y en el resto.

    A medida que el término «especie» se ha ido haciendo más difícil de concretar, dada la variabilidad de rasgos, y la dificultad de preveer mutaciones y cambios, bruscos muchas veces, que trastocaban con los criterios de definición establecidos para la adscripción o no a una «especie» determinada, seguramente por ello, y de forma temprana, en Biología, hubo que hablar de grupos, subgrupos, subespecies…etc..

    Hoy en día, parece que, tanto la Biología como la Antropología, (más creo la Biología), descartan o tienden a descartar el uso del concepto «raza» en sus estudios y conclusiones.

    Llegados a este punto, creo interesante bucear un poco en la etimología de las palabras en cuestión.

    He buscado y encontrado en el único sitio que tengo más a mano y creo de más prestigio: «Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana» de Joan Coromines, lo siguiente:

    «Especie» viene del latín «species», que indica «aspecto, apariencia» y que deriva (curioso) del latín arcaico «specere» que parece significa «mirar».

    Por otro lado «raza» parecetener origen en la forma semiculta del latín «ratio» (cálculo, cuenta), y que «razón» puede venir también de «ración», pues de»cuenta» se pudo pasar a «porción».

    Imagino que los términos dan para muchas más acepciones, pero me quedo una idea (igual interesada..aunque quisiera pensar que no es así), y es que, entre esas acepciones, parece que hay un vínculo: «la parcialidad» e incluso, en el caso del término «especie», parece que se quisiera indicar que esa parcialidad es inherente a la propia descripción: «mirar».

    ¿Hay alguien que mire igual que otro?.

    Y respecto a la posible base de la palabra «raza», en su acepción de «cálculo», resulta que «contar» viene del latín «computare» que significa calcular, y la acepción derivada es «narrar, relatar»…hacer un recuento.

    Si nuestro código genético se estudia en términos prácticamente bibliográficos: letras, códigos, lecturas, transcripciones, transducciones….

    Si ese funcionamiento biológico propicia distintos plegamientos de una misma proteína (cuya estructura es la misma, pero no la forma de plegarse), ¿no estamos hablando también de que cada ser humano hacemos un relato distinto de las que, parecen, las mismas cosas…?

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  5. anónimo
    1 febrero, 2016

    Sigo…..

    Si cada ser humano; hombre o mujer, miramos las cosas de forma distinta..pero..¿no es posible que esa forma de «mirar» que caracteriza, de alguna manera nuestra «especie», no guarde, en sí misma, una distinta forma de relato, de narrativa, más relacionada con la diferencia en tamaño, forma…y quizás más cosas de los cromosomas que identifican el sexo?

    A lo mejor «raza» también indica esa distinta forma de relato, de «ver»…las cosas.

    ¿Y porqué tiene ser alarmante que eso sea así?…A lo mejor no es más que una de las manifestaciones de los fascinantes enigmas que aún…afortunadamente..guarda la vida…y el misterio de nuestra existencia.

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  6. Rafa
    5 febrero, 2016

    Aunque es cierto que el autor en otras ocasiones conceptúa como razas distintas al hombre y la mujer, en este, solo hace referencia a la lectura del compromiso que supone en el libro de la vida, nacer en una de las dos formas, y la responsabilidad que conlleva; entre otras cosas porque sin este compromiso hace tiempo que hubiéramos desaparecido de la faz de la tierra.

    Así como sin la comunicación silábica (idioma, que no lenguaje), no podríamos comunicarnos socialmente, por lo menos en esta humanidad que hemos elegido vivir.

    Un abrazo

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  7. Loli
    9 febrero, 2016

    El hecho de que ya se contemple el término «epigenético», como el «conjunto de factores ambientales que son capaces de modular la expresión del genotipo», es posible que ya nos esté dando una idea de que, actualmente, desde diferentes campos de la ciencia, se está constatando cómo la influencia génica no es determinante, y que su expresión está sometida a factores externos, prácticamente desde que la información es recogida por el mensajero (es una forma de poder expresarme, si se me permite.

    Pero eso, creo que lo que indica, quizás entre otras cosas, es el desconocimiento, que aún tenemos, de todo lo que nos influye y en cierto modo «moldea».

    Un desconocimiento, que parece abarcar a conocer o tener la suficiente consciencia de quiénes, en realidad, somos, si producto de interacciones con otros medios, algo más profundo….ambas cosas a la vez.. o incluso todo vaya más allá, y otros factores también formen parte de lo que consideramos que somos.

    Porque, a lo mejor, lo importante del genoma, no radique en su expresión (la que creemos conocer), ni siquiera en su estructura (también la que nos parece que vemos), sino en lo que «quiera que fuese» que es capaz de darle «pulsión»….eso que, al parecer, aún estamos tan lejos de conseguir definir.

    Entonces, ese «algo» que late y pulsa en la profundidad de cada ser humano, estaría por encima de su expresión génica, de la epigénica….y podría seguir latiendo detrás de cada forma de «mirar» .

    Sería distinta esa mirada en cada ser humano, su potencia podría, asimismo, contener una forma masculina…femenina…de albergar esas miradas, que no tendrían que estar en consonancia con los retazos pequeñitos de realidad que somos capaces de percibir, o creer que percibimos, a través de lentes…por muy potentes que nos parezcan que sean.

    Pensar, contemplando las incógnitas, es posible que nos liberen de «estereotipos» a la hora de hablar de «esencialidades».

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  8. Loli
    9 febrero, 2016

    Perdón, sigo

    Es que a lo mejor, masculino y femenino, son dos maneras de expresión, que tratan de delimitar algo mucho más extenso y fascinante, que de alguna manera, sentimos que subyace en nuestro desarrollo vital…..

    Y no ….no tiene porque estar definido por la forma estructural de los cromosomas, pero porque tampoco tenemos la capacidad suficiente, aún, para determinar que, aquello que estamos, o creemos estar viendo, es la realidad total…por eso, también quizás, nos enredamos tanto en los conceptos de «masculino» y «femenino».

    Admitir la naturaleza misteriosa de estas dos ¿energías?¿esencialidades?…no sé si podemos definirlo aún, lo masculino…lo femenino…, puede ser, quizás, abrirnos a un mundo desconocido de expresiones, sensorialidades y sensibilidades, libres de doctrinas…libres de pre-juicios,…abiertos a conocer …

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