Párrafo 7.1

7.1 “Cuando la sensación de deuda difumina el catálogo de compromisos previos contraídos por la consciencia, hay un estado mental sobre el que toma base la consciencia cognoscitiva, se crea un conjunto de vectores contradictorios que traban al hombre en el tiempo como si fuera la única posibilidad. Es la conjura de las confusiones».

Somos conscientes de los compromisos que hemos ido adquiriendo a lo largo de nuestra vida, compromisos que tienen que ver con lo social, con lo cultural del momento que nos ha tocado vivir. Pero ¿hemos adquirido otro tipo compromisos?

¿Tienen que ver esos compromisos previos con nuestros deseos más profundos y con nuestra vocación?
¿No es cierto que vivimos la mayor parte del tiempo lejos de esos deseos y de esa vocación profunda?
De vez en cuando se cuela en nuestra consciencia una fuerte intuición de cosas que tenemos que vivir, de metas que tenemos que lograr. Es como una memoria que aparece repentinamente. Sabemos más de lo que creemos saber, pero vivimos como si tuviéramos todo controlado y eso nos aleja de un estado de alerta o de atención. Vivimos anclados en el tiempo, y presos de las circunstancias. Pero vivimos también espacios fuera del tiempo corriente, como en los sueños o en los estados en los que nos descubrimos inspirados.

Tal vez venimos al mundo, al tiempo, con una misión que cumplir, como los héroes de las mitologías y si no atendemos a esa misión, sentimos fuertemente el peso de la deuda en forma de confusión y estancamiento vital. ¿No estamos así la mayor parte del tiempo?

¿Si vivir en el tiempo no es la única posibilidad, podemos vivir más allá del tiempo? ¿No lo hacemos en los sueños o en momentos de lucidez mental o emocional? Cuando rompemos barreras y traspasamos alguna frontera de nuestra consciencia, parece que el tiempo ya no nos esclaviza, todo es velocidad, ligereza y entonces ocurren cosas que parece que tenían que ocurrir.
Tal vez los compromisos de los que nos habla el autor estén más allá de la ética, de la moral, porque tal vez vengan de otro lugar más allá de la consciencia ordinaria, por eso atenderlos y abrirnos al mundo sensorial y emocional que nos saca de la razón es superar la duda, convertir la deuda en acción, la confusión en lucidez y proyectarse más allá del tiempo.

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11 Comentarios

  1. Afrodita
    13 abril, 2014

    El tiempo, siempre tan denostado, estigmatizado de engañoso.
    Es en el tiempo, en el que reconocemos como el nuestro, cada uno de los que vivimos, donde tiene lugar todo cuanto percibimos. La veracidad, consistencia o inconsistencia de las percepciones, tiene, para bien o para mal, una entidad todo lo cuestionable que se quiera, y deja una huella.
    Y al dejar la huella algo queda modificado para siempre… ¿Qué “siempre”, si el tiempo no existe?
    Parece ser que hay, no sé dónde ni quién o qué es el guardián, una memoria de todo lo es (así, en un “ahora mismo”, que para qué andar mareando perdices merodeando pos pasados y futuros que al remate se funden, ¿no?) que… ,¿quién o qué la borra?
    Se queda ahí, en la Eternidad, esa memoria.
    Y quizás lo recordado es solo un espejismo anclado en la subjetividad en la que lo percibido dejó una huella que, objetivamente, no debió ser.
    Tal vez, si existen otros “ahora mismos”, y otros universos, y otras formas de ser entidades conscientes, seamos…, eso, conscientes, de que la huella no fue tal.
    Pero mientras es vivida como huella modifica, o altera o distorsiona, todo aquello que se impregna del sentir de la digamos “víctima”.
    Y ese “todo aquello que se impregna”, ¿puede ser lavado? , ¿se lo puede devolver al ser que pudo ser su ser de no mediar qué vino a modificarlo?
    A lo mejor se diluye, se desmenuza en infinidad de partículas diminutas hasta poder afirmarse que ni está ni es.
    La irreversibilidad de los actos humanos estará teniendo, imagino, su arte y su parte.
    Vamos, que no hay ni redención ni salida, ni para el que realiza el acto ni para el que lo percibe.

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  2. Nuba
    15 abril, 2014

    Nos confundimos cuando no localizamos un tiempo en su memoria.
    Para cada uno, hay tantas memorias que los lenguajes no tienen palabras suficientes para nombrarlas.
    Al consciente le llegan transformadas, pero es así como cada sentido se concentra en percibir por separado. No hay mas remedio que filtrar y recordar. Por la memoria nacemos y vivimos.

    Si cada célula tiene una memoria y están agrupadas en tribus adaptadas a su lugar en estructura y función, bastaría con dejarles hacer su trabajo, para que memoria y tiempo se sincronizaran en «el real»

    Pero además todas las partes pueden unirse y formar «redes de unión sensorial».
    Cuando hacemos ésto creamos. Crear es una transmisión, es un mensaje que no nos pertenece. Se crea con todo el cuerpo. Mente, músculos y vísceras, componen los gestos.
    La mano escribe, dibuja, moldea, o toca, mucho mas rápido que el entendimiento de la forma creada.
    La acción antecede al pensamiento y ésto obviamente genera una huella.
    Pero una huella Sin Duda. La no acción también genera sus huellas…

    Y entonces reconocemos memorias ¿qué mas da si no son nuestras? si las percibimos nos mostrarán los límites, requisito imprescindible para llegar a la frontera, donde los tiempos ya no se llaman así.
    http://grooveshark.com/#!/search/song?q=Mario+Lucio+Na+Capella

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  3. Mª DE Magdala
    15 abril, 2014

    Como dice el comentario a veces nos encontramos inspirados y es ahi donde nace la necesidad de expresión de lo que conocemos o de lo que intuimos , estas notas que ecribo a continuación son fruto de una inspiración ,de un estado de letargo y la necesidad escribirlo ,sin comprender a veces el sentido de ello y lo que puede llegar a significar.

    » En los tiempos donde las luces brillaban con los colores del diamante,existía una raza de hombres libres y dignos donde el logos era el sonido latente del corazón y la consciencia.A medida que pasaba el tiempo los hombres cegados por la sin razón ,olvidaban la palabra para dar paso al egoismo y la esclavitud,al poder central y los abusos , pero esta raza dejó grabada en el cosmos unas sinergias en forma de lineas invisibles que quedarán grabadas en las memorias de sus gentes esperando el resurgimiento, la venida de aquella luz que quedó sumergida en las abismos de la historia.
    Sus descendientes se irán encontrando en el camino del tiempo y cuando todas las energías confluyan en el cristal , el mito de Dánao irá tomando forma para el nacimientoo de la nueva Argos que esta vez no será raptada a manos de un toro ,sino liberada por él.
    Sará el comienzo de una oportunidad única para los hombres y su futuro ,comenzara a abrirse las puertas de un nuevo paraiso que trascenderá más allá de la consciencia conocida , donde el límite supramental lo pondrá las capacidades individuales , el trabajo,la responsabilidad y el amor por la continuidad.
    Pero habrá que vigilar que las dos Potencias ,los gemelos mantengan una simbiosis para el desarrollo de la humanidad y ahí entran los Arcangeles vigias desde el Éter para que la alquimia del espíritu mantenga vivo el recuerdo de Hestia.
    Las lineas del triangulo que rodean al diamante comenzaran a señalarse como pólvora encendida , será la luz del fuego la que se aviste desde el cosmos para
    dar la señal del inicio ,al tiempo esas lineas se tornarán aguas que fertilizaran la tierra yerma de las conciencias formando marismas azules que darán paso al horizonte de la continuidad. «

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  4. Mariana
    16 abril, 2014

    … Y en este tiempo…. «puso sobre el Espíritu la carga de la carne, para que la semilla de Dios pueda florecer en un Espacio sin mente». (Savitri)

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  5. Rafa
    17 abril, 2014

    HEIDEGGER

    Considera que la tarea central que incumbe a la filosofía no es la describir la estructura de esencias de las cosas,
    sino comprender la situación en la que se encuentra el individuo humano arrojado en un mundo en el que se ha producido el olvido del ser .

    Un abrazo

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  6. Atila
    17 abril, 2014

    Ante todo quiero agradecer a este blog que tanto me ha ayudado y hecho pensar y recomponer mis memorias pasivas, mis bloqueos. Y sobre todo al autor y al aventurero que son magníficos.

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  7. Atila
    17 abril, 2014

    Y hablando de memorias pasivas y bloqueos que ya desde muy pequeño te condiciona tu vida, tus miedos, el querer quedar bien siempre, ofenderte si te saludan o no, acomplejarte cuando alguien te da una mala contestación porque anteriormente ya te ha sucedido y aparte de que todo esto no te altere y lo llegas a conseguir muchas veces pero en sueños te vuelven los dichosos bloqueos y sufres y claro en los sueños no mandas, y al dia siguiente vuelves a vivir esas sensaciones y te da rabia porque entonces piensas que no has superado lo suficiente.
    A veces yo lo que hago es hablar con las personas que ya han muerto y me han hecho daño y pedirles que por favor me ayuden y que están súper perdonadas y que por favor necesito su a ayuda
    Creo que en ese camino también estando en silencio con uno mismo y dándole vueltas a los sueños puedes atisbar algo de tu destino, yo creo que no es tan complicado si se trabaja con ello..

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  8. Mandrágora
    18 abril, 2014

    En un estado mental en donde lo que impera es la razón surcada por el espacio-tiempo como verdad constatada, surge plantearse que la capacidad resolutiva está enmascarada por un torrente de sensaciones que no siempre marcan la veracidad de la acción. Resolver las deudas, bien pendientes e incorporadas desde el momento del nacimiento, bien acumuladas en el proceso de vida, toca proyectar la atención hacia estancias impresas que están ahí aunque no catalogadas desde la consciencia. Actos de la vida enclavados en lo fenoménico diluyen la capacidad de interacción por no ser posible escudriñarlo desde el análisis y la razón, dando lugar a lo que el autor en otros momentos ha nombrado como memoria pasiva, deudas acumuladas, cargas que traban el desarrollo por no ser muchas veces ni concienciadas, sólo repetidas y familiarizadas en nuestra conducta cotidiana por estar ya formando parte y bien insertadas en nuestro funcionamiento habitual.

    Es ahí desde donde el individuo topa con el discernimiento, con la incapacidad de salir de la duda, aunque sea esa su intención, de saber escoger adecuadamente, y ello por vivir sumido en una contaminación permanente que hacemos nuestra y con la cual nos identificamos como «personalidad».

    Salir de la confusión que nos cita el autor, aspirar a esa capacidad de ser superiores y llegar a captar la sensorialidad que habita en cada uno, se nos plantea el mirar hacia la niebla, hacia lo no tangible, hacia lo que ignoramos, para entrar en lo mistérico, traspasar lo fenoménico y acceder a lo polidimensional, aspectos todos ellos donde precisa de no poca humildad por no saber, la confianza de estar protegidos en una andadura que desconocemos y da miedo, y la vocación y llamada hacia algo superior que impulse y dé sentido a salir de donde estamos.

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  9. Beucis
    18 abril, 2014

    Posiblemente la sensación de duda sea inevitable; también es posible sentirnos trabados en el tiempo y en la contradicción y ese sea nuestro estado; estado de confusión, de duda, de ignorancia y miedo.
    Es nuestro estar, al que nos hemos acomodado y del que no queremos salir por pereza. Preferimos y nos aferramos a lo conocido; los horizontes por descubrir no nos estimulan, implican aventura y riesgo.
    La conjura de las confusiones, de la que se nos habla, nos resulta más llevadera por inmovilista, que la apuesta por lo nuevo, por lo desconocido, que nos va a cambiar la poltrona de la rutina, por la conmoción del descubrimiento.
    Mientras no seamos capaces de arriesgarnos, de apostar por un cheque en blanco, seguiremos como el faquir en su cama de púas, sufriendo, desasosegados, inamovibles.. Sabiendo que existe luz, pero acurrucados en la sombra.
    Hay que ser capaces de luchar contra molinos para poder llegar al castillo de la Dama Azul.

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    • Icono-Plasta
      22 abril, 2014

      A mí, lo del faquir, me mola. Mira que aguantar y resistir los pinchazos para ganarse la vida. Y dicen que no sufren porque no respiran. ¿Dónde se ha visto sufrir a un faquir? Los he visto en Marraquech y en Benarest, Calcuta, Chandigarr, y nunca ponían caras de sufrir. En todo caso sería porque no les daban suficientes monedas.

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  10. Qué has perdido
    7 enero, 2015

    Qué has perdido qué has ganado
    a lo largo de los años
    que has vivido que has llorado
    que has reído y que has amado
    y bebido y olvidado
    y sentido el fuego fatuo
    de ilusiones y quebrantos
    y ambición y desencantos
    y penurias y arrebatos
    de pasiones y el pesado
    sentimiento de fracaso
    que rezuma que se esfuma
    a cada nueva premura
    que te incita que te empuja
    que te llama y que te mira
    con sus ojos y su ruda
    amalgama de imposturas
    que reclaman que prodigan
    y que ofrecen y te obligan
    y te niegan y te brindan
    y te arroban y te humillan
    y te arrastran y te arrollan
    y te arrullan y perdonan
    y desquician y desbordan
    y luego se hacen las sordas
    y no escuchan y no sienten
    y se enrocan y se ofenden
    y se vengan y te venden
    disfrazadas de promesas
    de venturas y certezas
    las primeras contraseñas
    que interpretas y te encierran
    en la rueda que no cesa
    de rodar ni de dar vueltas
    a la vida y a las cosas
    que se escapan sin que puedas
    atraparlas ni tenerlas
    sin romperlas sin dañarlas
    ni deslucir lo que fueran
    antes de que amaneciera
    ni sus rayos esparciera
    el Sol que en el alma alienta
    la llama de la entereza
    que destierra la tristeza
    y devuelve a su rareza
    todo cuanto de torpeza
    o incomprensión o miseria
    se interfiriese en la recta
    que como flecha certera
    fuese a clavarse sin pena
    sin piedad y sin afrenta
    donde nada representa
    otra cosa que el apenas
    eje central de la escueta
    obligación que te reta
    a no quebrantar promesas
    contrayendo nuevas deudas
    que pagarás cuando aprendas
    a desprenderte de quejas
    y desnudo y sin más prenda
    que entender qué es la nobleza
    renunciar a tu pobreza
    y olvidar que fuiste presa
    de pesares y del peso
    de la culpa y su condena.

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