Párrafo 12.42

12.42 «Todas las células, todos los sistemas, cada poliverso humano describe un ritmo subordinado del que es subsidiario, y todos, desde los más diminutos e imperceptibles hasta los más evidentes comandados por la respiración, están sellados en un pacto de alianza para borrar las tinieblas y renovar el mensaje que el hombre parece querer olvidar: contempla tu posibilidad porque el hombre sigue siendo posible.»

COMENTARIO DE EL AVENTURERO

Doce impulsos. Doce Madres que van a cuidar del Yo profundo: Io, la Inteligencia, la Kore… La cuarta Madre la curtirá en el amor, subirá al monte Merú, la enseñará todos los paisajes. Es la quinta rueda, chakra de la voz, donde Kore llegará a ser Señora y compañera de la Madre; es la xiringa del afinador, la lira de Apolo, de Orfeo: el sentido del Ritmo. Ahí confluyen las dos energías, las cabezas de la serpiente del Caduceo, que deberán extenderse como alas buscando y dando la infinitud del Amor, la energía del Amor. Ya en la frontera del tiempo, Orfeo y el dios Pan —Iluminación y Ritmo— se preparan para absorber y hacernos llegar la experiencia del doce. Son las cinco Madres que aportan la conciencia del Yo. Es a ese reino donde deberemos bajar, como lo hizo Fausto a la búsqueda de Helena para desposarla en matrimonio místico. También Nietzsche, que se siente como Dionisos, el dios, que con tijeras de oro vendimiará y podará la vid sagrada, Ariadna, campana de Azur, su alma, su esposa. Y pasado ese Camino Real, en el Tálamo Nupcial, encontrar la unión sagrada, transcender las bodas de sangre para lograr la boda eterna.

Todo en nosotros es ritmo, también iluminación. Son dos los sentidos que iremos vislumbrando al llegar a la frontera del tiempo, a las praderas akásicas. Son dos los dioses que nos enseñan nuestra propia música, nuestra propia luz, en un pacto, una alianza que nos dice que somos posibles, que somos esa pequeña semilla de sésamo llena de fuerza evolutiva, vir-gen, que sólo necesitamos querer decir: ¡¡Ábrete!!, para que todos los tesoros, todas las maravillas escondidas, recónditas, surjan y nos lleven a caballo por el firmamento, al encuentro de nuestra alma, que espera.

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4 Comentarios

  1. Susana
    8 octubre, 2017

    Me queda embargada este último párrafo. Y no solo el mensaje original sino el comentario del aventurero. Tiene tal riqueza verbal, evoca tantos espacios singulares, resuena tan especial que no puedo más que daros las gracias por permitir recordarme que somos una chispa de Dios.. aunque lo olvidamos tan frecuentemente. Y no puedo tampoco dejar de elogiar los tres últimos cuadros que han acompañado a estos tres últimos comentarios… me gustaría conocer más la obra (supongo que los tres últimos son del mismo autor, no se si estoy en lo cierto).
    Volviendo al texto, releo una y otra vez y me quedo prendada pero no saturada, es como si se escapara el total significado no permitiéndote el reposo y temo quedar suspendida entre lo que evoca y esto que llamamos «realidad».

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  2. Rafa
    12 octubre, 2017

    Todos sabemos ya, que las celulas en los seres vivos se desarrollan segun el tejido a que pertenezcan.

    Cada tipo de célula tiene una forma de crecimiento diferente respondiendo a unos parámetros preexistentes.
    Pero este desarrollo daría lugar a un individuo ya constituido.

    Lo esencial del ser humano, no es la lucha entre organismos, sino su lucha interna.

    El ser vivo busca no en tanto idéntico, sino buscando la identidad a través de la diferencia.

    Parece que el gran error de Darwin consiste en partir de individuos ya constituidos y dejar de lado su construcción y autoformacion.

    En el fondo de la lucha, está la pluralidad interna, la alteridad , la diferencia.

    La unidad del organismo no se adquiere suprimiendo las diferencias, sino a medida que la pluralidad se intensifica; la intensificación de la diferencia es condición del aumento de complejidad de los organismos.

    Simondon afirma que el individuo físico no posee interioridad, mientras que en el viviente, se dá una autogénesis interna y activa de estructuras.

    Para concluir, os cito una frase de Nietzsche, acerca del Superhombre.

    “La existencia del superhombre comienza y concluye en el amor a nuestro destino, aceptación de uno mismo, convertido este destino en libertad por aceptación del propio destino.”

    Un abrazo

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  3. Rafa
    12 octubre, 2017

    » Enhorabuena a El Aventurero por su comentario «

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  4. Eolo
    22 octubre, 2017

    Dicen las leyendas antiguas que al hombre le siguió una sombra, a la que algunos denominaron subconsciente, otros la conocieron por el nombre de Ocnos, y también se la denomina Nagüal o Astral.

    Es la forma que tiene la luz conocida de decirle al tiempo su efímera naturaleza, y de convocarla a trasladar su fuerza al lugar en que espera la identidad que nunca nace ni muere. Es el Hombre que ha vencido al ciclo del hierro, que ha redimido al Mal, y que su luz procede de la oscuridad (sin sombra).

    Ese que no nació, al que solo se conquista desde la no acción, la mayor pureza derivada de la entrega a esa forma de Amor que no tiene carne.

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