Párrafo 16.6

16.6 «Deducir el porqué de cada marca denotaría un estado o estaría prediciendo algo que aún no ha sucedido, ello sólo es posible desde un conocimiento magistral del estado evolutivo del ser humano. Sin embargo, basándose en especulaciones, verdades a medias, conocimientos intuitivos o acumulación de experiencias transmitidas, a lo largo de la Historia en todos los tiempos y culturas conocidas se han construido miles de tratados, sistemas y mancias misteriosas que traducen las señales y, a veces, hasta derivan en ideologías proféticas y sensorreligiosas.»

COMENTARIO DE EL AVENTURERO

El cuerpo humano es un mapa lleno de señales que hablan de nosotros mismos. Tanto de nuestro estado presente, como de nuestro futuro. Si supiésemos leer estas señales, probablemente la mentira y el engaño no tendrían cabida. Cada movimiento, cada gesto, cada decisión que realizamos, deja impregnada una huella en nuestra piel y en nuestro iris. Pero , además, nuestro futuro también está escrito, encriptado, indescifrable, salvo para los ojos de un maestro. Ante él, es imposible el engaño. La verdad está dibujada aunque no sepamos verla. Esto ha provocado una corriente de diversas disciplinas que tratan de descifrar los enigmas, de leer en el iris, en la piel, en las manos, en los gestos, en el movimiento corporal, en las huellas que dejamos y hasta en la sombra que proyectamos. Y puede que se aproximen a algún íntimo conocimiento de nosotros mismos, pero nunca a un conocimiento esencial. Ese tipo de conocimiento, restringido a unos pocos, siempre está protegido y , seguramente, así deba ser.