Párrafo 10.13
10.13 «Dice el no tan antiguo conocimiento de la tradición china que todo lo pasivo, existencial y terreno es yin, y lo activo, creador y celeste es yang. De su combinación nacen todas las posibilidades de la Naturaleza conocida y aun de la desconocida».
COMENTARIO DE EL AVENTURERO
Parece que en la naturaleza hay un principio que opera a diferentes escalas y con matices distintos, pero que en esencia constituye un mismo motor hacia la transformación de las cosas. Este principio dual, Ying-Yang, masculino-femenino o positivo-negativo (para cargas eléctricas) parece configurar, en gran parte, las relaciones entre elementos con distinta proporción de esas cargas. Por ejemplo, dos átomos con carga opuesta se verán atraídos hacia un estado mezcla de sus energías, dos individuos de distinto sexo también pueden experimentar esa sensación de atracción hacia la búsqueda del misterio que provoca el que se evidencie el principio complementario. Incluso en nuestros hemisferios cerebrales se está produciendo un intento de síntesis entre un funcionamiento más analítico y otro más analógico. De alguna manera cada una de las partes se siente atraída por la otra, en una especie de búsqueda hacia un encuentro que propicie algo diferente. En el caso de nuestro funcionamiento cognitivo, ¿qué sucede o se manifiesta cuando se encuentra lo analítico y lo analógico?……. la risa.
La risa es uno de los casos más claros, y experimentados, en donde la fusión de los elementos de este sistema binario provoca un tercer elemento. De alguna manera el encuentro o integración de los dos elementos que forman parte de este juego, genera un tercero del que emerge algo distinto a la mera suma de sus partes. ¿Puede ser que la separación de nuestra naturaleza en pares de elementos afines promueva una búsqueda hacia la integración de ellos desde la que nace algo que tiene que ver con nuestra naturaleza profunda? ¿puede ser esa separación una forma de aumentar la complejidad?
Desde un punto de vista biológico, la separación de sexos generó un sistema mucho más complejo de interrelaciones y de procesos de evolución que aquellos organismos de reproducción asexual. Quizás, el misterio que encierra la percepción de personas con una diferencia en su proporción de Ying o Yang propicie un movimiento de búsqueda y reconocimiento de ese principio dual dentro de nuestra propia naturaleza. De esa búsqueda, puede que como representa el báculo de Hermes, se potencie un funcionamiento no dual sino trinitario que dispare nuestras capacidades hacia una autentificación con una identidad más profunda.
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6 Comentarios
Alicia
21 febrero, 2016¿Si yin representa o es el principio de lo femenino y yang lo es de lo masculino, habría de deducirse que las mujeres somos pasivas, existenciales y terrenas, y que los hombres son activos y creadores y celestes?
Según ese criterio las mujeres saldríamos en mi opinión perdiendo; o, bueno, a mí por lo menos me parece más bonito ser activo, creador y celeste, que ser pasiva y terrena. Lo de existencial lo dejo aparte porque como entiendo que la Existencia ya más allá de la Vida estaríamos ahí las mujeres apuntándonos un tanto.
Pero no creo que las cosas sean tan así y que – si bien el sexo está asociado (en lo que me temo es el común de las mentes de nosotros los humanos) a determinados aspectos del placer y (en muy probable consecuencia, por lo general no buscada, pero lo uno trae lo otro y es lo que hay) a la procreación – esos principios masculino y femenino más están haciendo referencia o conteniendo alguna idea más abstracta o inasible de un “algo” que se da simultáneamente en todos los seres vivos con independencia de su anatomía y de su fisiología.
Y opino que esa conjunción de yin y yang no va a llegar de fuera, porque ya está dentro de la esencia misma de lo que es el alma. Y que lo único que tenemos que hacer los seres que por suerte o por desgracia cargamos con la denominación de racionales es buscar, en nosotros mismos, el equilibrio entre ambas fuerzas.
Y que la sexualidad es otra cosa, bastante más accesoria, que después de tantos siglos y milenios como llevamos sobre la Tierra, no hemos aprendido a gestionar.
Y que tal vez el aprenderlo fue el mayor de los retos a que “aquello que nos crease” nos enfrentó.
Inés
21 febrero, 2016Mira que no iba a escribir, Alicia, porque a una semanita estoy de la batalla.. pero contenta..
Pero es que lo has dicho, como lo hubiera dicho yo…
( y eso me gusta especialmente, porque en otras muchas cosas no coincidimos…)
El libro de las mutaciones.. el I-Ching, Ay.. que libro tan bonito..
Por esas casualidades de la vida, lo tengo conmigo desde hace 20 años!!!
Al principio me sorprendió la belleza de su poesía… se puede jugar con él, con hierbecitas, con monedas.. yo, que nunca he creído en eso de los tarots, jugaba con las monedas, y el I-Ching me hablaba de montañas y truenos, de lagos y fuego de las estaciones, de los elementos.
Y es que el I-Ching habla de Biología, de los principios del vibrar de las moléculas, de los encuentros entre polos opuestos de energía ( tierra-cielo, lago-fuego, trueno-rayo, movimiento y parada, todo lo relata metafóricamente para indicar lo multiverso de la vida.
No marca sexos, marca los principios extremos de las moléculas, fuerzas, energías vitales, para decirnos, en cada hexagrama cómo se daría la «performance» de un determinado movimiento.
Es un libro de filosofía.. y sí, en determinados pasajes , habla de la sociedad China, de las relaciones entre mujer y hombre, pero de igual manera de las relaciones entre padres e hijos, ayudantes y principes, andariegos, aves que suben a anidar aquí o allá…ciervos o animales que tienen que cruzar bosques para no ser cazados..
Es un libro de la Naturaleza, de las naturalezas de la vida, de las vibraciones de las moléculas de un polo a otro y de la armonía de los trazos débiles y fuertes, fijos o mutantes.
Es una belleza, porque habla de la materia y de la energía de lo que somos, y de cómo «templarnos» o buscar el equilibrio de encuentro en el movimiento de esos trazos del cielo a la tierra y de la tierra al cielo.
Sólo por saber más de ese libro, siempre he querido tener tiempo para aprender el Chino escrito de los trazos, porque muchas de las versiones que nos llegan de él fueron primeramente traducidas del Chino al Alemán….( una mezcla rarita..)
Se nota porque pone – en la versión que tengo- el traductor a veces compara con Goethe, y a mí nunca me gustó demasiado el tal Goethe..
Precioso comentario del Aventurero, las risas son comunes a las almas que vibran
( y todos somos ying – yang,; ying-yang…sólo buscamos encontrar la armonía que existe en ese vacío aparente en el que sentimos la música del otro, que no es sino un reflejo de la luz y la sombra de nosotros mismos)
Un abrazo
( y fíjate qué cosas tiene la vida, más bonitas.. hacían sus predicciones sobre los hexagramas con tallos de lo que en Castellano se ha traducido como Milenrama.. pero ellos, los chinos, saben que la Milenrama es Artemisa annua annua.. una planta preciosa..)
Anónimo
21 febrero, 2016Me gusta el comentario del Aventurero. Aunque no sé si la risa es el tercer elemento resultante del encuentro entre lo analítico y lo analógico en el pensamiento, sino más bien el efecto sorpresa, el pequeño descoloque que se produce en una confrontación de dos ideas racionales contradictorias en este caso, que nos llevan a tener que pasar de una emoción (en el terreno de lo analógico) a otra inesperada. Es decir, a descubrir el engaño, la broma que han gastado a nuestra mente discursiva. Lo cual es una liberación, en el fondo, porque pone en cuestión y relativiza la tiranía de la razón, pero de manera leve y nada importante para nuestra supervivencia.
Pablo
22 febrero, 2016Hola, según he entendido, yin sería lo masculino y yang lo femenino, lo resaltó por el comienzo del comentario de Alicia, que me ha parecido que lo refería al revés y de ahí toda la argumentación anterior. Respecto a esto y al comentario del aventurero, he entendido que tanto las mujeres como los hombres son yin y yang, no una cosa o la otra, y que su representación en cada persona es en diferentes proporciones.
Resalto esto, ya que me ha sorprendido la comparación de mejor y peor entre lo masculino y lo femenino, ya que entiendo que reducir el comentario a eso sería equivocarse por completo.
Un saludo
Uno
23 febrero, 2016Completamente de acuerdo!
Es más, a partir de este y otros textos se puede leer que lo masculino y femenino nada, o poco, tienen que ver con la sexualidad de cada individuo. Seguramente se puedan encontrar hombres con un balance de lo femenino superior a lo masculino y viceversa. Y tampoco, aunque es fácil caer, tiene que ver con las inclinaciones sexuales. Yo lo veo más como una forma de estructurar no sólo el pensamiento si no la respuesta biológica ante los estímulos externos.
comsi-comsá
27 febrero, 2016Puede que ésta adscripción de la energía dúplice al proceso evolutivo desde las raíces femenina/masculina, que se advierte conduce la energía vital en su proceso de desarrollo sobre el tronco medular del ser humano, buscando arribar al conocimiento supremo luego de limpiar y cargar los 7/12 chakras (por cierto, en varias lenguas tanto orientales como de América Latina -ya sabemos que sus culturas originales procedían de Asia- CHAKRA significa espacio/lugar de cultivo de la naturaleza dominada. Curiosamente, también en lugares antiguamente así nombrados en América Latina, a veces e asientan cementerios que llevan la extensión de dicho vocablo (CHAKRA_RITA). Entonces, pues resulta que puede ser derivado del primer concepto de conocimiento asignando al entendimiento de la realidad los pares de opuestos, cuando hoy día dicha teoría explicativa ha sido superada, y se entiende que la energía es proceso más complejo, múltiple.