Párrafo 15.24
15.24 «Dos mil idiomas han sido rotos por la hoja de la espada, dos mil maneras de decir amor esperan la resurrección de los muertos. El pelícano va repartiendo peces que guardan la memoria escrita de las sales profundas. A la antesala de la vida ha vuelto un adivino que llora por vivir en la ignorancia, y un ángel pintado en el aire le ha guardado las penas, ha sellado sus labios, ha ungido con ceniza las heridas de su tiempo, ha borrado con luces las huellas de los miedos metalizados y le ha puesto de nuevo en la vida para que busque a Dios bajo las arrugas de la frente.»
COMENTARIO DE EL AVENTURERO
Millones de posibilidades laten en el interior del ser humano conviviendo con otros millones de maneras de acabar con ellas. En el empeño del hombre por vivir en la ignorancia, se pierden infinidad de vías para llegar al mismo lugar. Al sitio correcto. Y saltan lágrimas al escuchar que mil maneras de decir amor aguardan la resurrección de los muertos. Que hay otras posibilidades que ni siquiera somos capaces de imaginar. Pero una memoria “escrita”, para que no pueda perderse, está guardada en las sales profundas…. El mensaje Crístico permanece escondido en alguna geometría que perdura a pesar del paso del tiempo y de la barbarie humana. El empeño del pelícano por seguir alimentando, por seguir sacrificándose, por seguir derramando su sangre para que el milagro ocurra, para que sea posible la redención. Pero el paso por la vida es necesario, y el equívoco, y la ignorancia… y un ángel nos sella los labios, unge con ceniza nuestras heridas, ilumina nuestros miedos, guarda nuestras penas, y nos devuelve a la vida para que busquemos a Dios…
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4 Comentarios
AriguariGuariPopooMushuringa
15 abril, 2019¡Oh, Mon Diu! Estos tres últimos párragrafos inciden en la misma cuestión. No busques tu verdad en el espacio ya rebuscado. Sin embargo el hombre ha encontrado su verdad aleatoria desde el principio de su historia común en la con-vivencia con los otros. Pero nada más que ese principio de entendimiento. Luego deberá volar sólo, fuera de toda equiparación de lógica.
Eolo
15 abril, 2019El pronóstico de la vida de los adivinadores penetra en las mentes que dicen Amor para forjar el no nacimiento. Millones de abortos deben de ser recogidos por el ángel para que no lleguen más allá, y la venganza no se cierna sobre la especie humana.
Madres sin hijos, hijos sin madres. Vida sin luz, luces mudadas. Sangre escondida pero sangre infinita.
Rafa
19 abril, 2019Se puede desde la garganta, en el azul de la espada romper nuestro propio idioma , mientras nos espera el amor ?.
A semejanza del Ichtus, los peces que contienen al Cristo, estan guardados en la representacion de la memoria ( la sal ).
Quizá tenemos que volver antes al lugar y el momento ( si es que lo son) del pacto, del compromiso (la antesala de la vida).
El mensajero del aire nos recuerda que hay muerte y resurrección permanentes con la ceniza, guarda las penas, sella los labios, y al borrar las huellas de los miedos metalizados,
Nos esta dando la oportunidad de volver con nuestra valentía a ser heroes de una nueva vida.
Un abrazo
Beucis
27 abril, 2019La hoja de la espada corta nudos, corta idiomas, corta…No desanuda, no deja que la lenta, densa evolución germine; prefiere cortar para crear imperios efímeros que mueren en sangre; prefiere truncar idiomas, prefiere el amor roto al amor poderoso y pleno que nos hará héroes, héroes que llegan a dioses.
El pelícano, el Cristo, reparte peces con la memoria de lo que fue, es y será, y las llaves del arcángel Matarael podrá abrir esta memoria inscrita en nuestras sales y en las sales del infinito. El pelícano también va a redimir a los adivinos ciegos que predican a argonautas y héroes su futuro con verdades a medias y que conocedores de su limitación lloran e imploran. Las huellas del miedo van a ser borradas y el valor ayudará y dará paso al amor que nace y que cada vez va abriéndose.
El mensaje de Jesús de Nazareth «como yo os he amado» se abre a la nueva era, era de claridad donde nada va a estar oculto, Era de Acuario donde un pelícano, el nuevo Cristo va a repartir el pan y el vino del amor y de la verdad.