Párrafo 15.19

15.19 “Las legiones de videntes ciegos, que inventaron los oficinistas después de vender la risa por un cuenco de placebo relleno de ocio, buscaban el rastro que siguió la melatonina, esperando adivinar dónde van las almas de los ricos tristes. Y sueldan cadenas con bolas de cristal en los pies hinchados de los trovadores para que no puedan subir la montaña que lleva al castillo de la Dama malva. Y aun así, nada puede impedir que los sueños caminen presurosos por las crestas de las respiraciones y salten como electrones sorprendidos cuando se acerca el torrente de las palabras.”

COMENTARIO DE EL AVENTURERO

Es fácil reconocer a los oficinistas de nuestra sociedad y a los ricos tristes. No tanto a los trovadores, porque están escondidos para evitar que los encadenen. Y en verdad, todos tenemos algo de oficinista y algo de trovador. El oficinista, nuestra parte más reptil, copia los códigos y repite las normas, trata de perpetuar su personaje y un funcionamiento social basado exclusivamente en la supervivencia. Pierde su vida mientras se gana ese cuenco de placebo relleno de ocio.

Mientras, el trovador abre caminos a través de sus incursiones al castillo de la Dama malva, y así, amplía su conciencia y la de la humanidad a través de la risa y el amor. Pero si sus pies son encadenados, todo se volverá gris y no podrá subir a la montaña ni acceder al castillo que se encuentra en lo más alto.

Los ricos tristes, escondidos detrás de sus empalizadas y pudiendo asumir más responsabilidad que los pobres para impulsar al mundo en su crecimiento, pierden su fuerza en blindar y defender su poder, alimentan a los oficinistas e invitan a los falsos trovadores a sus fiestas. Y aunque son ricos, sus almas se empobrecen.

Y en este mundo inventado, algo cabalga en una realidad paralela y menos inventada y hace posible transformar el relato. Son los sueños, que actúan como llave y fecundan nuestras vidas, los que posibilitan el acercamiento a otras realidades.
Pero cuando tratamos de apresarlas a través de la razón y ordenarlas en una trama de tiempo lineal y personajes grises, parece que todo el potencial de transformación que tienen los sueños, se diluye y nos abandona, cayendo de nuevo en relatos dictados por copistas, repetidos y opacos.

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3 Comentarios

  1. Loli
    11 marzo, 2019

    Dime…..amiga
    ¿dónde guardaste tu sonrisa?

    Sé que sondeaste el aire
    que ya, muy de cerca,
    te conocía.

    Sé que las nubes
    Te ofrecieron,
    En algún momento,
    Que contases con ellas
    Que te guardarían secretos.

    Dime…amiga
    ¿Qué espejo elegiste…
    Para perpetuar su reflejo?,

    Amiga…yo te prometo,
    Que la buscaré sin lloriqueos,
    Ni lamentos.

    Amiga….yo te prometo,
    Que solo la alegría…
    Me guiará ir a su encuentro.

    Dime…amiga…

    ¿Qué parajes del aire,
    ¿A qué bosques de nubes,
    Debo dirigir mis ojos,
    Para que te escuchen divertida..?.

    ¿Qué gota,
    de la lluvia que mojará mi rostro,
    Será el cofre elegido,
    Que contenga tu sonrisa?.

    Dímelo…amiga,
    Dímelo, que yo te escucho.

    A ti…Elisa

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  2. Rafa
    14 marzo, 2019

    Como supongo sabeis, la hormona del sueño (La melatonina), es fundamental en los procesos de ensoñación; se estimula la hormona por la noche con ausencia de luz.

    Pero también la melatonina está involucrada en ritmos biológicos internos, los llamados ritmos circadianos y además en los niveles de determinadas hormonas que regulan la temperatura corporal o el apetito.

    Por lo tanto, los desajustes que se provocan en estos ritmos, pueden fabricar no solo como dice el autor videntes ciegos, sino despiertos dormidos.

    Aunque biologicamente las cosas se rijan por leyes internas ya establecidas, muchos de nosotros las cambiamos para tener la referencia de la seguridad.

    Los individuos que han secuestrado su oficio en las oficinas, y que han cambiado la risa (el descubrimiento), por un efecto placebo lleno de aire (ocio), quieren programar su destino tapando la boca a los que pronuncian palabras plagadas de fé (trovadores).

    Pero afortunadamente, desde la ensoñación tenemos la capacidad de seguir construyendo castillos en el aire como el del dibujo de la parte superior.

    Hasta que nuestra enamorada dulcinea (dama malva), lo acerque desde el plano de aire hasta que toque la parte superior del triángulo el plano de espacio.

    La simbología de esto es la subimación de la cruz, hasta formar la tau (T) de los templarios, o lo que los cristianos y cruzados medievales entendían por
    Alcanzar el Reino de los Cielos.

    Un abrazo

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  3. Eolo
    18 marzo, 2019

    Atentos a las trabas de la vida. Impiden que lleguen prestas las señales del sueño, el súbito lugar en el que el fuí y el seré se dan los besos del final del místico placer.

    Y, tú, sigue ciego tu camino.

    Contestar

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