Párrafo 12.30

12.30 “Estos ciclos, que casi todas las culturas han seguido, se cumplen en su forma, pero naturalmente no en su esencia ni por supuesto en los resultados. Pero siguen diciendo los magos que el hombre que pasa por el desarrollo, memoria activa, estudio, actitud heroica, responsabilidad familiar, observación, duda, contemplación pacífica, espera de la sabiduría, entrega y actitud futura, puede morir tranquilo aunque no haya logrado conocimiento, iluminación y pureza, porque habrá asumido una parte suficiente de la responsabilidad que originó su nacimiento. La realidad es que todas las etapas se agolpan y se concentran en ciclos mucho más cortos, y las duraciones de cada paso no suelen ser una constante, por eso puede haber gente que en un solo escalón domine toda su vida.”

COMENTARIO DE EL AVENTURERO

Se deduce de este texto que ya es importante pasar por todas estas etapas, aunque sean agolpadas.
Sin embargo, parece que es clave la distancia que pueda existir entre pasarlas en su “forma” y hacerlo en su “esencia”. A fin de cuentas cada uno de los conceptos que se citan admiten lecturas desde muy simples a muy complejas. ¿Cómo saber que has llegado a su esencia?
Incluso viviéndolas en su forma quizás sea necesaria una actitud que implique ser consciente de ello en alguna medida.
Pero, probablemente, si se pretende ir más lejos, profundizando en su significado y en sus connotaciones, se requiera una actitud de trabajo activo. No tanto a nivel intelectual como de atención a los matices que permitan ir desvelando y cayendo en la cuenta progresivamente de aspectos más y más sutiles asociados en cada uno a dichos conceptos.
Pero, para considerar que se ha asumido una parte suficiente de la responsabilidad que originó nuestro nacimiento, cabe suponer que habría que pasar por cada una de esas etapas de un modo especial. ¿Dependerá ese modo solo de ejercer un elevado nivel de autoexigencia o de factores ajenos a nuestra voluntad consciente?
En esta línea, y con más motivo, surgiría la cuestión de si el conocimiento, la iluminación y la pureza se alcanzan mediante ese trabajo de profundización consciente, o requieren un trabajo de otra naturaleza.
En todo caso, parece evidente que la responsabilidad de cada uno es, como decía la parábola, emplear los “talentos” que tiene. Empezando por los que tiene más a mano y le son más visibles. Lo demás, es posible que venga por añadidura.

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3 Comentarios

  1. loli
    5 junio, 2017

    Cuando emprendemos un trabajo de atención, por ejemplo ante algo que nos llama la atención, o ante situaciones de estudio, ejercemos, desde la voluntad, una especie de “recogida de riendas”, de procesos, que normalmente, en nuestro funcionamiento cotidiano queda relegado al Neurovegetativo.

    No todo lo que este sistema controla, porque aún no es posible, pero si actitudes ante la respiración, a la que ponemos más atención y cambiamos su ritmo, respecto a la postura, nos damos cuenta de que hay unas determinadas que nos facilita esa atención, se produce también un cambio significativo, ante la concentración en un trabajo o estudio, respecto a las ideas o pensamientos reiterativos que mantenemos el resto del tiempo cotidiano.

    De algún modo, ante ese acto voluntario de atención, y sin muchas veces ser conscientes de cómo ocurre, esas obsesiones que nos bombardean en el quehacer diario, se difuminan o quedan relegadas en el algún lugar de nuestro mapa neocorticoidal, esperando, eso sí, volver a ser protagonistas en cuanto el descuido voluntarioso lo permita.

    Pero quizás todo ello, pueda hacernos concebir la idea de que, desde la intención, es posible cambiar ritmos que afectan a funcionamientos biológicos…aunque parezcan momentáneos y aún muy dependientes de la inconsciencia, a la que se vuelve con demasiada rapidez.

    ¿Qué pasaría si fuéramos capaces de mantener esas situaciones voluntarias de atención…?.

    No lo sé, porque tampoco es que el modelo social en el que nos desenvolvemos lo propicie, pues lo que le van son los programas previamente grabados en nuestro neocórtex, y luego simplemente su aplicación mecánica.

    Pero, si aún así, intentáramos mantener esa atención más allá de un estudio determinado, o un trabajo a realizar, o de algo que nos gusta o creemos que nos interesa…¿cuáles podrían ser sus consecuencias?.

    ¿Llegaría un momento en que nuestra biología grabase esa actitud, de tal modo que fuese acotando cada vez más los niveles a los que esos cambios rítmicos respiratorios, esas posturas que rompen la rigidez, la tensión, y buscan la dirección en la que nuestro cuerpo se encuentra en disposición de poder recibir y comprender, le llevaría?

    Si en nuestras áreas asociativas neocorticoidales empiezan a dibujarse caminos hundidos una y otra vez por “recorridos obsesivos” desplazados, aunque no lo hagan de forma permanente, ¿sería posible que nos fuera cada vez más difícil volver a actitudes de resolución y comportamiento ya aprendidos, y que parecen definir nuestra personalidad, para “salir del paso” de esta vida como “podamos”?.

    Quiero decir que, a lo mejor empezamos por cambiar la actitud en la atención, luego hasta en la conformación del pensamiento, y si eso es mantenido, llegaría un momento en que ya esos pequeñas transformaciones, demandarían un cambio “energético”, más profundo y serio, al que ya no podríamos contentar con un comportamiento “aparente”.

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  2. Rafa
    6 junio, 2017

    A Vicente Ferrer, filántropo que dedicó su vida a ayudar a los mas necesitados; le preguntaron en una entrevista de donde sacaba la fuerza necesaria para realizar la encomiable labor a la que se dedicaba.

    Y el contestó; tuve muchas dificultades en los primeros momentos (hasta que apareció la luz), luego todo se hizo mas facil.

    Quizá existen seres humanos, que inconscientemente viven los ciclos agolpando la duración de los mismos para que en un momento de su vida llegue la luz.

    Quizá determinadas personas, marcadas ya desde su nacimiento, realizan un trabajo incesante a través de cada etapa, para que, de golpe se abra su consciencia y su realidad de manera exponencial, hasta llegar a su esencia.

    Un abrazo

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  3. Beucis
    10 junio, 2017

    Desde la ignorancia de nuestra razón, desde los límites que nos ponemos al querer que nuestros pensamientos criben y controlen lo que llamamos realidad, desde nuestra ausencia de humildad para asumir nuestra incapacidad de de comprensión ante el misterio del nacimiento y de la muerte, tomamos una actitud combativa, nos atribuimos derechos, creemos que somos dueños y señores con poder para impedir la vida que quiere fluir porque porta un destino, y para cortar esa vida cuando decidimos que ya no tiene por qué permanecer
    Desconocemos nuestra responsabilidad cuando aceptamos vivir; ignoramos cuando estamos dispuestos a abandonar los remos porque el viaje ha llegado a término. Podemos y debemos querer caminar por las etapas del siete. Cumplirlas. Llega el momento del reposo. Del deber cumplido. Se nos está diciendo, cuando esto sucede, que podemos sentirnos suficientemente satisfechos porque tenemos escritas las necesarias páginas del Libro de la Vida, aunque no se haya logrado » Conocimiento, Iluminación, y Pureza » .
    Y uno con un intento de humildad, prudencia, fe, se pregunta, como caminante rebelde que es, ? Por qué no cien pájaros volando en vez de uno en mano?. Pero una vez hecha la pregunta prefiere callar porque siente vergüenza. Aunque no renuncie a su anhelo.

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