Párrafo 13.19
13.19 “El máximo exponente de lo shivático es el amor como acto único, no sujeto al tiempo e inapresable, pero sobre todo irrepetible. Siempre partiendo de cero, sujetado en la experiencia de Vishnú e impulsado por el soplo creativo de Brahma, el amor debe ser renovado, inédito y máximo, tan esencial como fulminante, tan alegórico como sutil, tan orgánico como místico. Shiva pregona la renuncia, facilitando el acceso desde la falta de peso, y con él se alía todo lo creado cambiante, en el desafío permanente del principio de una nueva posibilidad. Es en realidad la imagen metafórica de la confianza desnuda, de la fe.”
COMENTARIO DE EL AVENTURERO
¿Qué significa que el amor no está sujeto al tiempo? ¿Viene de más allá del tiempo, es atemporal y por tanto está y permanece siempre? ¿Es el amor una fuerza que apenas reconocemos porque no tenemos la capacidad, valentía, sensibilidad y pureza suficientes y que viaja a través de hilos que nos unen?
Lo shivático parece que tiene que ver con la autentificación de nuestros actos, con el impulso que nace de una fuente de acción más pura, que no podemos ni debemos controlar, con lo dionisíaco… es la fuerza que nos pone al límite de las cosas, de nuestra capacidad, de nuestros aparentes límites, que nos empuja al misterio, a la renovación constante, al pulso de la vida-muerte, que parece una contradicción pero que es el ritmo del cosmos.
Los actos más puros que a veces ocurren, ocurren porque no hay pensamiento, no hay premeditación, no hay espectativa… son y se hacen como si a través de nosotros hubiera actuado una conciencia más elevada, ¿son fruto del amor? Yo creo que sí. Hay una fuente interna a la que hay que atender más allá de la razón, un tambor de oro, interior, que al vibrar hace vibrar la materia, conecta todas las cosas celebrando la alegría de la comunión, nos acelera y acelera el mundo.
Le debemos tanto a Shiva… él nos empuja a la entrega, a la confianza plena, a el amor.
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4 Comentarios
Rafa
6 marzo, 2018En Cartas a un joven poeta Rainer Maria Rilke, viene a decir mas o menos literalmente, que.
Amar es una oportunidad, un motivo sublime, que se ofrece a cada individuo para crecer y llegar a ser algo en sí mismo; para volverse mundo, todo un mundo, por amor .
Pero para llegar a esta fuerza tan enorme, debemos aceptar y trascender nuestras contradicciones.
La tragedia griega, surge gracias a Paco, El Baco romano, o el Dionisos Griego, a partir de los rituales de celebración a este dios.
Nietzche, hace de el una interpretación considerando que los griegos con esta figura representan una dimensión fundamental de la vida en sus aspectos oscuros, irracionales, biológicos.
Y lo contrapone a otro dios griego, Apolo, que representa los aspectos menos pasionales, mas correctos, la belleza del mundo, por decirlo de alguna manera.
Estos dos símbolos Nietzche, los hace caminar uno al lado del otro, estimulándose mutuamente a nuevas reacciones, para perpetuar en si mismo incesantemente la lucha de los contrarios, por tanto complementarios.
Pero esta lucha, solo se puede trascender, a través del Arte o del Amor.
Los adjetivos que aplica el autor al amor, son consecuencia de esta conversión trinitaria de los contrarios.
El amor, es un acto único, porque abarca y empapa todos los actos,
debe ser orgánico y místico, como lo son nuestros componentes de dionisos y apolo.
Es alegorico, porque solo podemos concebirlo con una metáfora figurada, aunque sea real. es sutil, de dificil percepción
No puede ser apresable, porque está por encima de nuestros estados, no tiene propiedad, y como dice Octavio Paz, por su enorme intensidad distiende el tiempo.
Reconociendo la información de Vishnu, hace participar a Brahma en la creación del principio de una nueva posibilidad, a partir del cero.
Con la confusion existente, entre religión y mística, el cristianismo a Dionisos, le ha otorgado la categoría de demonio asimilándolo con el mal, en contraposición al bien, e incluso la filosofía de la herejía albigense, la de los Cátaros, otorga al demonio la postura de creador del mundo, asignando al ser humano, el objetivo en la vida de redimir al demonio a través del amor.
Un abrazo
Rafa
6 marzo, 2018Perdon. cuando he utilizado el termino apresable, es incorrecto, pues me refiero a inaprensable, que no se puede tomar o comprender
loli
6 marzo, 2018¿Es posible que la mayoría de nuestras resistencias hacia una situación más pura, tengan su origen en nuestro enfrentamiento con lo shivático, con Shiva?.
La autenticidad, ¿nos da miedo?….nos rebelamos ante su risa…la convertimos en un peligro porque tememos la desnudez en que nos deja el espejo sin azogue que nos muestra ante cada «disfraz»….
¿Tememos lo que nos cuenta la geografía de nuestra piel?….y de eso, quizás, también se ría Shiva…
Y quiero creer, que aunque para nuestra razón sea trágica esa risa que nos desmonta los muros, nuestros accesorios de «supervivencia», en lo más profundo de nuestros océanos, y desde el pulso rítmico del corazón, su risa se recibe con alivio, y el «sacrificio»,¿ ese «sagrado oficio», que los diferentes estados en que cada hombre se encuentra pueda suponer renunciar a lo que creemos «establecido»?, se asoma como algo «posible»….otra fuerza emerge…quizás la fuerza del Amor.
Los poetas, los artistas…aquéllos que nos pueden acercar y facilitar el camino de lo shivático, no lo han tenido fácil….y sigue siendo así.
«Y así, poco a poco, se fue encendiendo en el centro de la columna vertebral, que es la morada del alma, no esa lucecita eléctrica que llamamos brillo, que se enciende y se apaga en nuestros labios, sino el fulgor más profundo sutil y subterráneo que es la rica llama dorada de la unión racional».
Así escribía la malograda Wirginia Wolf, volcando, seguramente, en sus poesías y en sus ensayos lo comunicado por las musas….y perseguido y no tolerado por el modelo que no le permitió seguir atentando contra los «estados»….que no consintió, ni consiente, que se «quebrante la farsa de sus verdades».
Alicia
24 abril, 2022La fe. Ahí me he atascado siempre, que nunca he sabido saber qué es lo que es.
Abro el diccionario de la RAE y me encuentro una ristra de definiciones; pero ninguna me sirve.
Y con el amor me viene a pasar un poco como que lo mismo.
Porque me creo yo, aunque, la verdad, creo que a mi no me pasa, que se lo confunde con mucha facilidad con otras emociones.
Cuando lo oigo pronunciar, a según quién, no puedo evitar el poner en tela de juicio si se estará refiriendo a él, en su esencia y verdad, o a cualquier otra cosa.
“Cosa”.
¿No cabe la posibilidad de que hayamos, no ´se quiénes ni cómo — aunque a lo mejor un poco el cómo sí — cosificado el amor?
Una especie de objeto susceptible de trueque, sujeto al valor de cambio que cada momento o cada circunstancia ofrece.
Pienso, también, esperanzada, que bien pudiera ser un “algo” que, así, a simple vista, veo yo con mi vista tan simple moverse muy poquito por el mundo, ni al mundo.
Y, cuando pienso en la posible existencia de ese algo, me digo “pues oye, que a lo mejor sí tienes fe. Y tú sin saberlo”.