Párrafo 17.5
17.5 «Se dedica gran parte de la energía que se consume a administrar la conducta y así dominar el estado pretendidamente alcanzado evitando reacciones contradictorias o descalificantes, se consume casi toda la fuerza mental que la velocidad neuronal alimenta, y esta actitud, lejos de levantar sospechas ante la ausencia de estímulos por carencia de aventura, contribuye a reforzar un precario sentimiento de autodominio que cierra los caminos a nuevas formas. Por otra parte, este aspecto cultural del uso de la conducta no sería tan pernicioso si no estuviera consensuado por la complicidad de millones de mentes en la misma actitud que taponan el uso del tiempo. Y así el uso defensivo de las informaciones que llegan del llamado entorno va creando una telaraña de deducciones falsas y pegajosas donde mueren las alas de todas las mariposas, porque habiéndose desvirtuado el fin, comienza a crecer la sensación de que el camino hacia el ser ha sido suplantado por un farsante, como el músico secuestrado por el instrumento o el pintor al servicio del pincel o el escritor prisionero de las palabras. Vivir tendiendo una sombra de omisión alrededor de la frontera de la consciencia sugiere la mirada infantil de la inocencia. Y parece obvio que inocencia y culpa, los dos paradigmas heredados de ideogramas religiosos que basamentan el mundo civil, están escondiendo el rayo liberador de la responsabilidad.»
COMENTARIO DE EL AVENTURERO
El miedo a entrar en contradicción con uno mismo, el pavor a descubrir algún rasgo de incoherencia personal hace que tengamos un infinito cuidado a la hora de lo que el autor denomina “administrar la conducta”. Ese miedo es el que va a bloquear la espontaneidad y la frescura de nuestras reacciones, convirtiendo nuestro comportamiento en un compendio de respuestas diplomáticas y autorreafirmantes, siempre justificativas, para que las resultantes de dichas reacciones, las consecuencias de nuestros actos, no sorprendan ni a nosotros ni a nadie. Es en el campo de lo psicológico, en el área pensante, una variante del clásico establecimiento de un estrecho y rígido círculo de confort, en el que está exento, por principio, el espíritu de aventura. Aquel que llevaría a ser capaz de sorprenderse de las propias reacciones, y así poder descubrir la verdadera y profunda coherencia que siempre esconden en su interior. Y de esta forma poder conocerse a sí mismo un poco más.
Lo que realmente impresiona al reflexionar sobre este párrafo es el hecho de que tal control de las conductas sea posible gracias a la complicidad de millones de mentes que lo aprueban y lo consensúan. Y que, de común acuerdo, seamos capaces de definir, con tanta rotundidad y simpleza, aquello que permite que nos sintamos inocentes o culpables a ojos de nuestros semejantes. Pero así es nuestro sistema de valores: el colmo de la hipocresía.
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3 Comentarios
Loli
13 febrero, 2020«En un beato silencio del recinto vegeta.
Las vírgenes de cera duermen en su decoro
de terciopelo lívido y de esmalte incoloro;
y San Gabriel se hastía de soplar la trompeta….
Sedienta, abre su boca de mármol la pileta.
Una vieja estornuda desde el altar al coro…
y una legión de átomos sube un camino de oro
aéreo, que una escala de Jacob interpreta.
Inicia sus labores el alma reverente;
para saber si anda de buenas San Vicente,
con tímidos arrobos repica la alcancía…
Acá y allá maniobra después con un plumero
mientras, por una puerta da a la sacristía,
irrumpe la gloriosa turba del gallinero.»
De «La Iglesia» segunda parte del Tríptico «El Cura, La Iglesia y La Novicia» del poeta uruguayo Julio Herrera Reissig (1873-1910).
Nuba
14 febrero, 2020Bueno, el texto tiene tela, pero si nos vemos reafirmados para lo bueno y para lo demníaco- vease la reposición que van a hacer del » Palmar de Troya»» a las extremeñas nos llegaban ecos de aquello, siendo una muy niña ( y de las que cortaba rosas del Rosal de mi abuela para la Virgen) pero aquello nos parecía una secta y una mentira y lo que se lió… o bueno, más reciente, las manifestaciones fascistas allí -parece ser, que me llegan de lejos– en la plaza madrileña de Colón…o un amigo mío de toda la vida que dudaba- no sé si por tomarme el pelo o no.. si hacerse de VOX… y eso yo creo que no es nada más que el ego.. el deseo de pertenencia a un grupo falso, en ausencia del verdadero, pues claro que tenemos grupos verdaderos, el grupo de los afectos, a los que queremos, cercanos y con trayectoria.. pero con éste nihlismo deliverado del capitalismo que agoniza.. la gnte aún se cree esa mentira de un psicólogo… ( y digo ésto, deliveradamente aquí, por si provoca) del XIX que se inventó eso de la consciencia colectiva… pero claro!! sólo aplicado a los humanos, y no a todos.. los salvajes, exclavos y mujeres no contaban…
Anda ya estos psicólogos como el Jung que coqueteó con el fascismo y sus experimentos con mujeres y que eran unos reprimidos ellos, y si no hicieron nada terrorífico..leed leed la contrahistoria y decubriréis cómo colaboraban con los médicos sin alma de la mano de los füreres de aquellos tiempos.. pues no era sólo uno.. fueron muchos y muchas también.. Las führeresas.. humanos supremacistas y reprimidos y capitalistas y con tal miedo que sembraron la muerte y aún nos llega el humo de sus hogueras. Conciencia colectiva? de quiénes? de los 7500 millones de humanos que temen a virus falsos?… de la misma guerra por los recursos de siempre? de los mismos mitos y que nos tenemos que inventar nuevos para que los ignorantes se enganchen? Todo ésto ya lo sabe mucha más gente.. sobretodo los jóvenes.. saben de los trucos emocionales que les pone el sistema para atraparlos.. lo que no sé si saben es manejar el tirachinas o el tiro con arco o abrir espacios de luz entre las grietas y ahí tejer telas de araña o capullos de seda.
Nuba
14 febrero, 2020Todas las deliberaciones son con b… siento miles de errores que cometo, no ahora, muchas veces, pues hace tiempo escribo con dedos de mano izquierda, teniendo la derecha escayolada.. espero que ya por poco tiempo… y lo escribo todo aquí y de un tirón y enfín, que ya lo siento por mis faltas graves de ortografía..