Párrafo 4.23

4.23 «Es tan mal enemigo el sufrimiento que viene disfrazado de maneras múltiples, a veces embriaga con perfumes de kharma liberado, confunde haciendo creer que cada chakra es un todo, deslumbra como si los sentidos pudieran traspasar la frontera de la muerte, aletarga rociando el corazón de lágrimas de azufre, acecha pasivo como la larva de gusano esperando paciente que la muerte le abra al banquete, recrea y amplía las voces de los falsos juglares que no creen en la Dama del alma ni saben leer la esperanza en la piel de los muertos. Es mal enemigo el sufrimiento porque lo moldeamos con tal realidad que se nos presenta como si tuviera derecho a existir, como si fuese él la esencia de lo natural».

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14 Comentarios

  1. Anónimo
    7 enero, 2013

    Como un disfraz antipático que se nos pega a la piel, así parece que lo sintamos, a menudo lo confundimos con el dolor. El dolor se siente, va pegado a la vida del mortal, es percibido claramente. Tiene un origen. Se nos sugiere aquí que el sufrimiento es inventado pero tal y como se entiende comúnmente, con el dolor sufrimos.

    Sin embargo, también sabemos que la farmacología tiene remedios que eliminan totalmente el dolor y se nos puede abrir en canal que no sentimos. ¿Podrían coincidir los chakras con plexos nerviosos? No puedo hablar de lo que desconozco pero entiendo que en el cuerpo la armonía debe atravesarnos de arriba abajo y a la inversa. Arriba está todo lo demás. Abajo, dentro, nosotros.

    Sufrimos cuando no nos reconocemos, cuando nos alejamos de nuestra alma y nos perdemos en lo que creemos que es el mundo, nuestro pequeño agujero individual. Nadie está exento de sus situaciones exteriores, de las de su territorio individual, del lugar donde aterrizó, de las herencias que recibió y además todos estamos constantemente imaginando planes de futuro y en esos planes, nosotros nos reservamos siempre el papel protagonista. Muchos, simplemente han tirado la toalla y vegetan, lo hacen por supuesto sin atreverse a morir, sobreviviendo en el desencanto.

    Paradójicamente, vemos muchas veces felicidad y alegría en ambientes muy hostiles y muchos sufrimos no en situaciones físicas extremas de necesidad, guerra o violencia, sino rodeados de una vida que olvidamos por no mirar. En situaciones interiores en las que sabemos que aún podríamos hacer mucho por cambiarnos, aparece él con los otros “Asuras” como un gran quiste que nos crece dentro y se acomoda, como un perverso aliado y nos volvemos víctimas.
    Ya nada tiene remedio porque el veneno es la mentira en la que nos encapuchamos y nos desterramos, somos los más incomprendidos de la tierra. Y algunos se resignan porque la culpa también se la ponen por montera ¿es eso el Karma? El autoengaño siempre más fácil que el remonte, porque también es cierto que las reconstrucciones son dolorosas, pero no siempre.

    Se sufre porque no se usan los sentidos ni los dones puestos en la Naturaleza para animarnos constantemente, porque el sofá está ahí y es tentador, y “debería haber hecho pero no hago”. Se sufre porque tampoco aceptamos nuestras debilidades. Se sufre, todos sufrimos.
    Pero,
    ¡y ese alma juguetona, traviesa, musical, alegre, niña!, porqué no nos guiamos por ella, podríamos pensar esa esencia pura nuestra es inocente, es animadora, es artista, es mágica, es una sorpresa para todos y en todos, por descubrir y ella no tiene más remedio que evolucionar con nosotros, pero nunca se apena, siempre espera, es nuestra más fiel e íntima aliada y si la encontramos (¿un trocito en cada Chakra?) si la recordamos, es la única que podría desenvainar las mil espadas, cien, veinticinco, hoy , ayer, mañana y convocarnos y decirnos que hay magos en los Zigurats de Ur que aún pueden traernos mil regalos en uno, lentamente, desde el aire, para que reconduzcamos las veces que haga falta nuestro camino.

    Mirar las almas de los otros, tal cual, sentir su candor, ya es un magnífico tesoro y antídoto contra todos los sufrimientos. Para hacerlo sólo hay que escuchar sus músicas porque ellas son todas cantarinas.
    Cantemos. Soplaremos todos los sufrimientos y cuando se vayan, será como la niebla, una nube envolvente, pero transitoria.

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    • Rafa
      7 enero, 2013

      Y con esta manera de condición hace más daño en esta tierra que si por ella entrara la pestilencia; porque su afabilidad y hermosura atrae los corazones de los que la tratan a servirla y a amarla, pero su desdén y desengaño los conduce a términos de desesperarse.

      No está muy lejos de aquí un sitio donde hay casi dos docenas de altas hayas, y no hay ninguna que en su lisa corteza no tenga grabado y escrito el nombre de Marcela; y encima de alguna, una corona grabada en el mesmo árbol, como si más claramente dijera su amante que Marcela la lleva y la merece de toda la hermosura humana.

      —La profesión de mi ejercicio no consiente ni permite que yo ande de otra manera. El buen paso, el regalo y el reposo, allá se inventó para los blandos cortesanos; mas el trabajo, la inquietud y las armas solo se inventaron e hicieron para aquellos que el mundo llama caballeros andantes, de los cuales yo, aunque indigno, soy el menor de todos.

      Del cuento de la pastorcilla Marcela en D. Quijote de la Mancha

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  2. Diodoro
    7 enero, 2013

    Alabo los pareceres expuestos más arriba. Aquí debajo creo que sufrir es vano, en vano, pero habitualmente nos cae como lluvia gruesa en plena tormenta afectiva. Luchar contra eso creando un vasto depósito de esperanzas y fuerzas cantarinas, solidarias, afectivas, un seguro contra lo oscuro que nos inocularon desde el nacer. Civilización de culpas y dolores justificando la pérdida, la envidia, las luchas del Yo embravecido. Leo un libro al efecto, posible, revelador: «El poder del Ahora» / Eckhart Tolle. Dicen de el: «Una revisión radical del papel de la consciencia, identificada con el propio Ego, que debería convertirse en el instrumento de una comprensión distinta y más profunda de quienes somos».
    Pienso, creo, que es propuesta asimilable a las 49…. de este blog.
    Dice Tolle: «El despertar espiritual no es ya una opción, sino una necesidad si queremos que la humanidad y el planeta sobrevivan».
    Quizás exagera, planeta y humanidad pueden estropearse por separado.

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  3. Beucis
    7 enero, 2013

    Es difícil comprender cómo el sufrimiento se enseñorea y forma parte de nuestro comportamiento personal y social. Costumbres y ritos, códigos de conducta, han estado y están presentes en el entorno rural y en la ciudad y en las familias. La muerte y la codificación del sufrimiento que genera, están ahí desde siempre. Cada vez nos creemos mas liberados de estos corsés de opresión, pero quedan las huellas, los rastros; sobre todo, queda el miedo al sufrimiento físico y del sentir. Miedo, hijo de la ignorancia; Ignorancia que ensancha su entorno y con ello nos posibilita el positivizarnos, atisbar la infinitud, atisbar el conocimiento que espera y nos hará fuertes, mas valerosos; porque el miedo lastra, refuerza el penar, el sufrir.

    La Dama del alma está ahí, protegida por las madres, iniciando una andadura que debe ser un referente. Va a salir de su cueva como Io, para iniciar un viaje de iniciación y maduración que la convertirán en la Dama, la Gran Diosa, Isis. Mater Dolorosa que busca al Hijo para lograr su resurrección. Como todos deberemos afrontar la muerte para redimir los pecados. Nuestra célula crística imprime carácter y nos exige aceptar y seguir los pasos de Jesús de Nazareth: muerte, bajada a los infiernos, redimir las almas de los santos padres. Como Shiva que traga los pecados del mundo, y lo testimonia su gran mancha azul. Todo ello supone afrontar un sufrimiento, despegarnos de “la saliva de roedores “ que es el miedo, y con valor, conseguir velocidad, fluidez para liberarnos de las larvas de gusanos, de las lágrimas de azufre, quitar disfraces para afrontar la realidad sin ocultarla; para que no se enquiste; para que no haya metástasis.

    Hoy es 6 de Enero de 2013. Día de Reyes. Epifanía. Los Reyes son Magos; son Sabios. Cada uno representa un camino para llegar al conocimiento. Los tres se complementan y son necesarios.

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    • José
      12 enero, 2013

      Beucis, muy sentido comentario. No son las palabras ,son el sonido lo que nos llega y tu sonido me ha sobrecogido de alegría. Gracias

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  4. Afrodita
    8 enero, 2013

    Qué bien, me equivoqué con mis temores de que ya no había más blog. A los agoreros pesimistas nos pasan esas cosas; que nos equivocamos. Pero la equivocación me ha servido para, al ver el nuevo texto con sus comentarios, llevarme una alegría en unos tiempos en que hay poquitos motivos para la contentura y sí, por el contrario, bastantes para… pues, el tema en el que estamos.
    ¡El sufrimiento!
    ¿Se puede evitar? ¿Es algo meramente conceptual? ¿Nos atrapa cuando si quisiéramos podríamos esquivarlo?
    En muchos aspectos tal vez sí. Mucho del sufrimiento que padecemos está íntimamente relacionado con el yo y la mismidad y con si tengo lo que quiero y como lo quiero o no lo tengo y me frustro y me siento desgraciado/a.
    Hay otro sufrimiento bastante más huidizo — bueno, escurridizo, que él no huye sino que tiende a acomodarse y hacerse dueño de todo cuanto invade — que es, o yo lo entiendo así, inherente al ser humano, e insoslayable precisamente en virtud de la propia humanidad de las personas en eterno conflicto con su (también inherente) espiritualidad.
    El simple hecho de estar en el mundo, por muy al margen que se quiera vivir de sus servidumbres, obliga a enfrentar el sufrimiento y entender que lo es, quiérase o no.
    El saber que el mundo en que habitamos no es un mundo feliz ya es causa de sufrimiento, aunque a cada cual y por sus circunstancias pueda tenerlo más o menos contento.
    Pero, ¿es posible de verdad el no sufrimiento aun cuando en el mejor de los casos nos vaya muy bien en el terreno personal?
    Sí, conozco personas que se dicen felices porque “los suyos” gozan de buena salud, se llevan bien con su marido o su esposa (o equivalentes, tal y cómo están las cosas), tienen una vida sexual satisfactoria, una buena situación laboral y económica y, encima, son “buenas personas” que no tienen nada en sus conductas ni en sus comportamientos de que inculparse ni hacer ningún “propósito de enmienda”.
    Pero, ¿es eso suficiente?
    A mí me parece que no y que, para colmo y poner las cosas aun peor, es de una cutrez aterradora.
    Sabemos que en todo instante hay algo vivo que padece dolor o miedo o injusticia. Y no me estoy refiriendo sólo a las personas, sino a todo lo vivo, que me importa mucho ¿No es eso ya un motivo de sufrimiento?
    Y en los actos más inocentes de la vida cotidiana ¿No nos damos cuenta, no nos afecta el tener consciencia y constancia de cuánta suciedad y desperdicios generamos aunque sea sin culpa?
    Las casas, los habitáculos en los que alojamos nuestros cuerpecitos para proveernos de un mínimo de confort y de privacidad, ¿no son focos de suciedad en todos los aspectos? Y digo en todos los aspectos porque algo que parece tan normal como un entorno aseado requiere, o limpiarlo uno mismo, o dejarlo sin limpiar, o agenciarse a alguien que lo limpie con el consiguiente inconveniente de que ese alguien va a ser otro humano, como nosotros — creo que hay robots, pero que… —, y que a cambio del servicio que nos presta (y le pagamos, claro, como debe ser) nos va a acarrear bastantes de los problemas que están presentes en todas las relaciones humanas.
    Y la ropa, y el vestido, y el calzado, y el alimento, todo genera suciedad.
    Puede parecer una disertación muy ridícula; pero es parte de la realidad aunque queramos obviarla y centrar nuestras filosofías en cuestiones más sutiles.
    El día de Navidad, bajé a dejar la basura (yo no cocino ni como en casa, pero algo de basura genero), y estaba el cuartillo de los contenedores que daba verdadero asco el verlo y el respirarlo.
    Me pregunté si compensa el degustar tales o cuales manjares para tener que terminar por enfrentarse a la miseria de la podredumbre.
    Y lo que comemos, no ya cuánto sino qué ¿No es motivo de sufrimiento el ser consciente de que para vivir matamos aunque no sea con nuestra propia mano?
    Pero ya digo, me estoy centrando en esta parrafada tan sólo en los aspectos más inmediatos de la condición humana, aquellos que no es posible eludir.
    Y llego a la conclusión de que no sé qué hay en otros mundos que no sean este, ni sé si algún día los conoceremos; pero sí sé que para que desapareciera el sufrimiento haría falta que desapareciese el mundo. Y que el mundo no desaparecerá mientras lo necesitemos o nos necesite.
    Así que, y a pesar de teorías, hay que seguir sufriendo y… Tan contentos, que para eso están esta vida y este planeta y, si no, habérnoslas ingeniado cada uno para vivirla en otro.
    Pero, por favor, que no me diga nadie que sufro porque soy torpe o porque quiero.
    A lo más que estoy dispuesta a avenirme es a admitir que todo — lo que hay, lo que tenemos, lo que hacemos y lo que dejamos de hacer, lo que lamentamos y en lo que reparamos o nos hace tomar consciencia de que no somos pequeños ombliguitos de pequeños munditos — sea, a la larga, para bien de… No sé, a lo mejor la eternidad o algo parecido.
    Pero, aquí y ahora, pues como que…
    Alicia/Afrodita

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    • NiAlfaNiOmega
      8 enero, 2013

      Esta muchacha Afrodita no deja de sufrir. Claro que Beucis insiste en que hay que pasar por algún tipo de sufrimiento, vamos, una miaja aunque sea, y nos castiga con el sempiterno asunto de que para renacer hay que morir. Conozco asuntos que no han pasado por eso, ni siquiera metafóricamente. No me asusteis a Afrodita que se nos va, parece decir, aunque espera a ver que decimos, sobre todo Beucis. Los poetas también dicen a veces cosas parecidas: «Dejé mi casa, dejé mi amor. Dejé la tierra que tanto quería». Y los expatriados de cualquier método, los que se fueron y los que vinieron. Y todo desde que se inventó la patria, el terruño, tus vacas y cosechas, la familia organizada, tu nicho ecológico. O sea, la posesión.
      Menos mal que el universo se agranda gracias a la ciencia y las antiguas observaciones de la filosofía. Dentro de poco, metafóricamente hablando, claro, la tierra nos parecerá estación de paso. Para qué decir pues de nuestro país. Cuanto el hombre más crece, más se aleja.

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      • Afrodita
        9 enero, 2013

        Otros van a psiquiatras y psicoanalistas para echar fuera sus frustraciones. Tú te las apañas con un método más sencillo (y más barato) consistente en responder a mis escritos.
        Me hace sentir útil.
        Muchas gracias.

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        • Afrodita
          9 enero, 2013

          Ah, una apostilla que justo es que no falte. Yo también me apoyo, o refugio, en mis escritos (propios).

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  5. LUZ
    9 enero, 2013

    Quizás el sufrimiento salte con las necesidades, con las preguntas sin respuestas, con la impotencia, con la importancia, con el frío invierno en las jaulas de barrotes invisibles, con la consciencia del tiempo-espacio.
    Quizás, nazca con la indecencia, con la frecuencia, con la distancia… con la decepción, con el desencanto…
    Quizás el que busque sufra por los caminos perdidos, por los atajos sin salida, por las revueltas del error, por los lienzos en blanco que no han sido coloreados con los sueños bellos…
    Quizás sólo sea una sombra que adolece sujetando el alma a los pies, la boca al silencio y los pulmones al lamento.
    …El alma se «embrutece» y ni Alá lo agradece.
    Es bueno el llanto; es bello el estallido que descarga lo que opera sin sentido, sin razón y sin encuentro.
    …¿Y luego?… luego.
    Pero siempre acuden las primeras notas del canto verde de la alondra a despertar lo dormido; eso que desfigura el movimiento de las ruedas, el sentir de la espira para tocar el corazón dolido, la garganta seca y las manos muertas… y que no se desborde el río.
    «»El «kharmántula» es un bicho muy malo,
    que no se mata con piedra ni palo.
    Maldito el kharma con sus picazones,
    que sube y que baja por todos los rincones.
    ¡Ay madre no sé que tengo,
    que ayer pasé por la era,
    parece que a mi me ha entrao,
    el son de la temblaera…»
    Ja, ja, jaaa, una juerguita no viene mal…ante la desdicha, la sonrisa; limpia la adrenalina de los entresijos del alma… o de cortisol… o un buen vino que desenrede los miedos.

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  6. Anónimo
    11 enero, 2013

    Le Carnaval Des Animaux:

    http://www.youtube.com/watch?v=Mvh4zEKG2zs

    Podría ser éste el mensaje en sí mismo, sin más.
    Sin embargo lo enlazo intentando abrazarlo al texto que nos convoca. ¡ Que locura!
    La naturaleza, animales, alguien compuso un día lo que sentía acerca de ellos.
    Este era un señor con nombre de pueblo y el pueblo un nombre de dos (Charles-Camille)!! …
    Alguien de esos que no son felices siendo monotemáticos y que supongo que sintieron la vida como mil en una, claro, sin jamás alejarse de lo que su paisaje les decía y claros y oscuros; sombras y luces se transformaron en colores, en movimientos en «fantasías para unos poquillos instrumentos» once, pero seguro que lo pensó como música de cámara y es así como suele escucharse, música para los amigos.
    Os pongo éste porque seguro todos lo habréis escuchado y visto bailar, ( Pávlova..) pero en el cerebro del señor sólo había un cisne como imagen inicial.
    Es curioso que aparezca un célebre actor presentando la musiquilla y que diga ésto que no se sabe (aún) de dónde lo sacó:

    «The Swan is an enchanted bird, or so the legends tell,

    El cisne es un pájaro encantador, así dice la leyenda

    and certainly he plays the part exceptionally well.

    y ciertamente toca su parte genial

    He proudly arches up his neck to show that he’s in charge,

    Levanta orgulloso su cuello para mostrar que se está enterando..

    as regal as the figurehead on any royal barge.

    tan regio como el «mascarón de Proa» de una barca real.

    But if you ask him if it’s true what fairy-tales portray,

    Pero si le preguntas si la leyenda es cierta

    he merely gives a knowing look and slowly glides away.»

    Te responde con una mirada que lo dice todo y echa a volar
    (divino!!)

    Ejem….Y
    -¿dónde está el sufrimiento, dónde los chakras, y la dama del alma?
    -Pues está todo ahí, todo ahí, pero bien distinguido.
    Ahí hay arte, el arte que el sintió mientras se recuperaba de un «sufrimiento respiratorio», el arte de su nombre y el arte de transmitirnos su naturaleza.
    …………………..
    El último de mis pensamientos siempre me remite a la física o a las mates, no me gustan los círculos, me gustan los garabatos fractales, así no sufro.
    ( En vísperas casi, de carnaval, te escribo niebla, levántate)

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  7. José
    12 enero, 2013

    Ya, en su tiempo, Aristoteles, hablaba de la Felicidad (Ética de Eudomeo), como el Bien Supremo del hombre. Y, ya entonces la remitía a la acción, lo que más tarde otros filósofos, como Nietzsche, podríamos interpretar, llamarían transformación.

    Perez de Carrera habla de la Dama del alma, Aristoteles habla de la Razón del alma para diferenciar al hombre y para identificarlo. Y quizás, también Aristoteles aborda el tema de la inmortalidad a través de ella.

    En otra apartado Aristoteles habla también de la contemplación como el más alto paso del hombre, pero intuye que la acción en si misma obra contemplando. Allí llega Aristoteles a la Excelencia (interpretación más acertada de la «arete», más que virtud). Esa excelencia se expresaba en la sabiduría practica, aquí entraría la Política y la Teoría Ética de Aristoteles.

    En el caso de Perez de Carrera, podíamos decir que va más allá, porque habla de otros hemisferios que se abren en la misma acción y que en si mismos son la felicidad, más allá del placer o de la conformidad a un «orden natural». Quizás, aquí estaríamos hablando de la expresión de la acción. Y posiblemente vislumbremos lo que se llama Estética y la felicidad como Arte (capacidad) Suprema del hombre,

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  8. Ari guari-guari popoó. Mushuringá
    12 enero, 2013

    Esto de que el arte sea considerado como la capacidad suprema del hombre para lograr la felicidad, o al revés, o sea la felicidad como arte convertido en una estética no deja de ser demasiado encajado. Todos sabemos que hay miles de artistas que la han pasado canutas tratando de lograr esa felicidad por medio del arte y justamente les sucedía al revés, tanto como para autopasarse a la otra parte, o ser desgraciados en la búsqueda sin saber que lo habían logrado, hasta que algún marchante los puso en onda. El arte es también esa carrera imposible como la búsqueda de la felicidad. Ambas se logran, a veces, pero hay que darse cuenta. La felicidad sólo es el proceso de su búsqueda, como lo es el arte en la suya. Un camino, un recorrido, una pulsión.
    No se es feliz porque se pretende serlo.

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    • José
      13 enero, 2013

      Estimado Ari Guari. Entendido lo que que comentas sobre el sufrimiento de los artistas. Creo que hablamos desde dos puntos de vista diferentes. Lo que yo hablo es de la Capacidad del hombre, es una interpretación de lo que es de Arte, y la proponía, en el sentido de propuesta en vez de, al Bien de la de la Etica. Quiere decir que alejaba de la moral, la acción del hombre, para darle un contenido de mayor Libertad.

      Digamos que el Bien, es el fin, de la Etica. Tu podrías decir que no todos los hombres son buenos. Pero eso no invalida que en el concepto etico, es el Bien Supremo del hombre.

      Y en lo que expongo, no es que los artistas la pasen bien o mal. Sino que el Arte es la Capacidad Suprema del hombre. Incluso, si se quiere, para los artistas que la han pasado, o la pasan, mal eso en lo que creen. Es más, probablemente, porque han sido juzgado eticamente, porque se ha confiado más en la «sabiduria practica aristotelica que en la transformación estetica

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