Párrafo 7.18

7.18 «Porque cuando el coro de serafines va depositando en la piel fotones cargados de tiempo, bajo el manto de Ceres se están encendiendo los tres hilos que conducen a los Peces hacia la muerte. En las lagunas que alimentaron los palafitos, sembradas con el recuerdo de las cenizas de fuegos fatuos, se llenan de plata y sus aguas, sabias de sombra y sangre, se morfosean en el Logos que precede al último camino».

COMENTARIO DE EL AVENTURERO

Decía Kant que todos los hombres vivimos bajo un principio, cuya esencia y fin constituyen para nosotros un misterio.

Es posible que nunca consigamos entender este planteamiento o el del párrafo anterior, pero ni siquiera en este caso la discusión pierde su interés. Seguro que entre los comentarios que se escriban a continuación podremos descubrir y aprender muchas cosas…

¿Quién sería capaz de explicar qué están encendiendo los tres hilos que conducen a los Peces hacia la muerte bajo el manto de Ceres?

¿Existe alguna relación entre los misterios de Ceres en la antigüedad y la esperanza de una vida más plena?

En este texto el autor maneja diferentes símbolos míticos que tienen la función estética de facilitar la representación de una realidad poco conocida.

¿Y la cenizas? ¿Representarían un signo de transformación profunda?

Chejov escribió en una de sus cartas: “Sólo quiero decir a la gente con toda honradez: mirad qué aburrida y deslustrada es vuestra vida. Lo importante es que las personas lo entiendan; si lo entienden, seguramente inventarán una vida diferente y mejor. El hombre se volverá mejor cuando le hayamos mostrado cómo es.”

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11 Comentarios

  1. Ni ALFA, ni OMEGA
    15 septiembre, 2014

    Estimado/as/os Aventurero:
    Eso que descargas en comentario de que el autor recurre a las transferencias interpretativas de raíz mítica para ayudarnos a entender el asunto desde una óptica estética me suena exagerado cuando no distorsionado de pura reinterpretación.
    Quizás haya sido intención primaria del autor tal exégesis, pero de verdad, hay que tomarlo con guantes de diccionarios varios. Lo cierto es que casi siempre el autor nos obliga en sus textos a esa exégesis interpretativa nada despreciable, pero creo que esta vez se ha pasado. No está nada mal obligar a un poco ilustrado a recurrir a mamotretos interpretativos varios, pero tampoco esta nada mal hacer el discurso más límpido.
    Ya sabemos que es costumbre clásica de los distintos cenobios educativos sobre lo oscuro machacar al aprendiz/discípulo (¿?) con estos trabalenguas ideológicos. Queda bonito, pero a veces un poco despreciativo.
    Et voileé

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  2. Enrique
    16 septiembre, 2014

    Unos apuntes rápidos sobre el texto que, como los anteriores, habla del nacimiento y de la muerte:

    … el coro de serafines (Los serafines son lo más alto de la jerarquía de espíritus bienaventurados; cantan sin cesar la música de las esferas, regulan el movimiento de los cielos y son la vibración primordial del amor)
    … fotones cargados de tiempo (fotones que llevan viajando desde que se emitieron, en el pasado)
    … bajo el manto de Ceres (en la Tierra. Ceres, diosa de la agricultura y la fecundidad)
    … se están encendiendo los tres hilos (el hilo de la materia, el hilo de los sentimientos y el hilo de la mente)
    … los Peces (los que viven en el agua, los nacidos en Piscis, los que han nacido y van a morir)
    … en las lagunas que alimentaron los palafitos (en el líquido celular)
    … sembradas con el recuerdo de las cenizas de fuegos fatuos (con la memoria de las combustiones celulares)
    … se llenan de plata (los hilos. El hilo de plata es el alma, que comunica la materia con el espíritu)
    el Logos (la consciencia)

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  3. Nuba
    16 septiembre, 2014

    Aventurero, quién puede resistirse a esa carta de Chéjov?

    Iba a decirte que a veces -quizás egoístamente- me resulta mucho más fácil interpretar que traducir estos textos. Me ha pasado desde que aquí me encontré con ellos y aún no tenía el libro.
    Los que no podemos traducir el lenguaje poético a palabras entendibles para cualquiera, no nos hemos iniciado en nada, es al revés, la inexperiencia en la transmisión.
    Cuando he leído aquí » Ceres» he ido al otro blog a buscar a Deméter
    ( Dimitra) en el 3.3. porque los Romanos y sus dioses, enfín que no son lo mío.
    Allí, hay tantos comentarios tan ricos…se notaban las ganas.

    Aquí se la menciona para situarnos, coincido con el significado que Enrique ha apuntado, pero intentaré traducir lo que yo siento al leer el mensaje

    Es la edad madura de los seres humanos – la edad adulta, que coincide o no con la edad biológica, según se hayan completado los otros tiempos-
    Llegado este momento, los que aún no han muerto tienen la experiencia de vida al punto para abandonar ese falso yo que dicen se llama EGO, ya que por el aire se han derramado tantos susurros, tanta lluvia, agua de arte, agua de afectos, si, polvo de estrellas, esfuerzo, lucha..
    Para los que estamos aquí, bajo el manto de la Diosa que protege la tierra y la hace fértil.
    Todas las memorias vacías, toda la pena, las vueltas a lo que no fue, el dolor, se ha consumido, no importa, se llena el agua de plata ( hay cabezas vestidas de un plateado tan bello!) eso ya no nos vale sino como una «savia» si, de sombra y sangre que perdimos por el camino pero aquí estamos y si estamos aquí debemos habernos fortalecido a través de ella.
    Todavía ignorantes pero alegres en la metamorfosis.
    Esa transformación inacabada, que poco a poco quizás nos conduzca a servir de lo que somos. Instrumentos sin voz pero con mucha música..
    ( ves como no puedo…me entran ganas de cantar y no procede)

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  4. Ni ALFA, ni OMEGA
    16 septiembre, 2014

    Bravo Enrique, pero te falta la síntesis discursiva más allá de la simbólica.
    En definitiva, el transcurso de la vida hasta la muerte tras el paso del tiempo.
    ¿Es que no te cabe la develación final?

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    • Enrique
      16 septiembre, 2014

      Pensaba que después de lo dicho el velo se descorría solo

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  5. Rafa
    17 septiembre, 2014

    Primero, dar la enhorabuena a Enrique por su excelente comentario.

    También quería poner de relieve algún descubrimiento que pueda contribuir a la «exégesis y comprensión del artículo».

    La etimología hebrea de la palabra serafín «Lizrof», significa arder «los serafines arden por cercanía a Dios», también recibimos de ellos la llama y la luz.

    La palabra Ceres – Deméter, si investigais algo, viene de la raiz protoindoeuropea Ker (crecer, crear), no existe para mi, creación que más haya contribuido a la evolución, como el cultivo de la tierra, quizá por eso fuera diosa de la agricultura.

    Pero como sabreis Ceres, también es un muy pequeño planeta del sistema solar, bajo el auspicio de Virgo, que tiene para los astrólogos singulares características, tales como:

    El símbolo de Ceres es como una hoz. Se compone de una media
    luna orientada hacia la izquierda sobre una cruz. Esto nos habla de cómo las
    experiencias nos ayudan a dominar la materia si hemos conseguido sacarle todo
    lo válido y, de esta forma, hemos ido completando nuestro ser interno y maduro.

    Representa a la madre que integra a la joven guerrera, a la esposa y a la virgen.

    Es creación, generación y maternidad, nutrición y cuidado. El sacrificio y la
    generosidad van con ella.

    El mito de Ceres madre va ligado al nacimiento, muerte y resurrección.

    Por tanto hablar de estar bajo el manto de Ceres, quizá sea hablar de llegar a la esencia de la materia creada.

    Entonces, la llama de los serafines debería encender los tres hilos que conducen a los peces hacia la muerte, ( que como bien dice Enrique, son los destinados a morir).

    Podemos hablar también del curioso efecto de los fuegos fatuos, que es un fenómeno consistente en la inflamación de ciertas materias (fósforo, principalmente) que se elevan de las sustancias animales o vegetales en putrefacción, y forman pequeñas llamas que se ven andar por el aire.

    Existen muchas leyendas sobre ellos, lo que hace que muchos sean reacios a aceptar explicaciones científicas, ya que desde antaño las personas han tenido este fenómeno como el alma de un ser fallecido.

    Nos llevaría tiempo hablar de la simbologia de los palafitos, que se elevan sobre el agua.

    Pero si tuviera que aventurarme a intentar explicarlo diría que:

    Para recibir la luz de los serafines, contamos con la memoria de los muertos que supieron respirar (combustionar bién), y llenaron sus aguas de plata (sabias de sombra y sangre; simbologías estas donde se puede profundizar hasta la saciedad,
    pero que nos conducirían al Logos-Conocimiento que precede al último camino.

    Un abrazo

    PD.- Si tengo oportunidad os citaré un poema de Lorca, (que quizá conozcais) en el que se habla del hilo de plata, que como tambien ha interpretado Enrique nos une con nuestras almas

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  6. Mandrágora
    18 septiembre, 2014

    Se agradecen intervenciones como las de Enrique y Rafa en un texto complicado de interpretar. Y sobre ello, me sugiere algún comentario que a lo mejor entre todos podemos ir avanzando.

    El coro de serafines, como bien dicen los dos, se enmarca dentro de los más altos estamentos espirituales, pero al ir incidiendo en el tiempo a través de los fotones, van anunciando el envejecimiento, la transitoriedad y, por tanto, el final de la vida. Es un recordatorio paulatino de esos tres hilos o Parcas que conducen a la muerte.

    Ceres ciertamente representa los cultivos, la fecundidad, etcétera, y no sé si en este caso tiene que ver más con la etapa de supervivencia que, bajo su manto, es la que conduce a los peces, a la Era de Piscis, a otro cambio de paradigma. Se dice que estamos entrando en la Era de Acuario, una estructura incipiente que marcará el desarrollo de la nueva raza, basada en miras más altas y no tan especulativas, donde la expresión del arte tendrá una nueva dimensión, la búsqueda a través del estudio facilitará el desarrollo de otro orden moral y el intento de amor hacia los demás desplazará a las instituciones religiosas, dejando paso a un hombre más evolucionado, más avanzado y donde el Logos, el nuevo estado de conciencia, permita aventurarse hacia ese último camino.

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  7. Afrodita
    19 septiembre, 2014

    El poema que pongo a continuación lo subí para el texto 4.16; pero allí tiene una errata, así que lo coloco corregido aquí. Que si alguien lo lee quiero que lo vea como es:

    A la par de un parpadeo y a la sombra de un suspiro breves los dos en el tiempo y largos en el olvido caminaba somnolienta a la sombra del destino la esperanza perezosa de encontrar algún camino que llevara a alguna parte los pasos del peregrino que en su peregrina espera de ser de nuevo un día limo se demoraba morando entre escombros y detrito de lo que había sido un mundo poblado de advenedizos.

    Dónde vas le preguntaban entre estertores y aullidos de los perros vagabundos y los lobos y los fríos filos de tantos puñales como lenguas que maldicen las glosadas bienandanzas de caballeros que miden su valor y su soberbia pulcritud y su maestría en de un solo tajo limpio y sin perder la sonrisa ni la armonía de sus gestos ni su gracia sin medida dar muerte a la desmedida inanidad del incauto que imaginó que venían a librarlo de las garras de una vida quejumbrosa de falacias y mentiras que buscando hurtarse al fango del yerro que la mancilla da de bruces en el lodo y en la inmundicia que esquiva.

    Y el clamor de la inclemente horda de huestes feroces que proclaman la grandeza de tan grandes gentilhombres se extiende a todo lo ancho y a lo largo de la siempre ensalzada bonhomía que de lejos ya se advierte que es tan sólo una parodia, una farsa y una filfa, de qué aprendieron de niños los viejos que ahora se dicen que para qué la enseñanza que les mostrara posible un mañana esperanzado y limpio de malandrines hurtándoles el derecho que en su creer les asistía a ver cumplido su sueño de que arraigara algún día en sus almas otra cosa que no fuese oscura inquina.

    Y no queda sobre el campo de las batallas perdidas rastro ninguno que indique que allí se gano la fama que adorna al que la persigue a costa de ya no importa qué tretas ni qué mohines ni qué dejara a su espalda ni devastara en sus lides la estirpe de caballeros mitificados e insignes que pasaron a la historia de los pueblos que infelices los ensalzaron a cuenta de ganancias inservibles como lo serían las horas perdidas en los festines que alimentaron leyendas que los escritos no dicen.

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    • Nuba
      20 septiembre, 2014

      Alicia,
      Esa música….( podría rapearse)
      Fantástica
      (Por aquí los rayos y los truenos me tienen ….sin palabras)

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  8. Rafa
    20 septiembre, 2014

    Afrodita «ESPECTACULAR».

    Transcribo poema de Federico Garcia Lorca sobre El hilo de plata.

    Volaré por el hilo de plata.

    Mis hijos me esperan,
    allá en los campos lejanos,
    hilando en sus ruecas.

    Yo soy el espíritu
    de la seda.
    Vengo de un arca misteriosa
    y voy hacia la niebla.

    Que cante la araña
    en su cueva;
    que el ruiseñor medite
    mi leyenda;

    que la gota de lluvia se asombre
    al resbalar sobre mis alas muertas.

    Hilé mi corazón sobre carne
    para rezar en la tinieblas,
    y la muerte me dio dos alas blancas,
    pero cegó la fuente de mi seda.

    Ahora comprendo el lamentar del agua,
    y el lamentar del viento en la montaña,
    y el zumbido punzante
    de la abeja.

    Porque soy la muerte
    y la belleza.

    Lo que dice la nieve sobre el prado,
    lo repite la hoguera;
    las canciones del humo en la montaña,
    las dicen las raíces bajo tierra.

    Volaré por el hilo de plata;
    mis hijos me esperan.

    Que cante la araña
    en su cueva;
    que el ruiseñor medite
    mi leyenda;

    que la gota de lluvia se asombre
    al resbalar sobre mis alas muertas.

    De EL MALEFICIO DE LA MARIPOSA

    Un abrazo

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  9. Inés
    20 septiembre, 2014

    Y yo uno de Antonio, que creo se ajusta perfecto al texto que nos ocupa:

    «LAS CARTAS SOBRE LA MESA

    Cuando se desmoronen las imágenes de la pasión
    y de lo trabajosamente construido.

    Cuando todo lo sientas como escombros innecesarios,
    afanes polvorientos, aburrido juego que se abandona,
    ligero dolor de lo perdido.

    Cuando llegues a esa suma de la vida
    donde todo se congrega
    en identidad, presencia,
    y constante intercambio.

    Cuando llegues a la casa
    donde desde siempre se te espera.

    Cuando llegues,
    ya hecho solo verdad,
    vuelto en ti,
    hecho red con todo lo creado y lo increado,
    libre para responderte sobre quién eres tú
    en este sueño sin fin del amor.

    Cuando veas que todo no es más, finalmente,
    que filamentos entretejidos, rotos
    y vueltos a entretejer
    en una danza imaginaria y fortuita.

    Cuando estas olas de tu propio verte
    sean la única certeza que tengas de ti.

    No habrá nada que decir,
    nadie a quien decir
    ni palabras con que decir
    lo iluminado».

    ( Antonio Orihuela.» Todo el mundo está en otro lugar»

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