Párrafo 12.27

12.27 «Siete años después, los sesenta y tres de vida, se concilian todas las virtudes para la entrega, ahora la vida espiritual de los demás es la que adquiere toda la relevancia y el hombre se empeña en allanar los caminos que faciliten la apertura de la consciencia de sus semejantes».

COMENTARIO DE EL AVENTURERO

Vimos en el párrafo anterior que, con 56, para comenzar a explorar nuevos territorios de la mente, para alcanzar un mínimo grado de sabiduría, era imprescindible haberse desprendido del ego. Desde entonces hasta los 63 habría que haber logrado desmontar las grandes trampas mentales, los estereotipos que nos hacen percibir a los demás y a nosotros mismos como seres competitivos, necesitados de autoafirmación, aislados y defensivos, inmersos en un mundo donde imperan las leyes de la supervivencia.

Sin ese requisito previo, sin la adquisición de ese rasgo de sabiduría resulta imposible concebir la idea de que “el otro” es para mí mismo mucho más importante que “yo”, idea que es origen e impulso para la entrega de la que nos habla este párrafo. Un otro ya no visto como rival, ni siquiera como semejante, sino como un ser único, especial, cuyo desarrollo espiritual debería convertirse en el objeto de nuestro verdadero interés y exclusiva atención.

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9 Comentarios

  1. Loli
    15 mayo, 2017

    Quizás es posible que el tono de mis anteriores comentarios pueda dar la impresión de una cierta actitud extremista al respecto de un tema tan….sensible y tremendo.

    Vaya por delante, y que creo que en uno de los comentarios lo pongo de manifiesto, que no pienso…para nada, que el sufrimiento pueda ayudar en nada al proceso vital de un ser humano, por lo tanto, en su vertiente física, cuando eso es posible, por supuesto que hay que atajarlo, el dolor no permite experiencia alguna, solo acumula, y si está en nuestra mano, creo que es un deber combatirlo.

    Otra cosa es el denominado “dolor psíquico”, el de la mente, que puede ser, también físico, y de alguna manera es posible que lo sea, pues no concibo separados cuerpo y mente, por tanto nuestra biología de nuestra “psique”, dolor, pues, que también debe tratarse y aliviarse: todo en función, no de nosotros, no de evitar gastos a la sociedad, no de mirar al hombre en función de un sistema económico, sino de mirarlo en función de lo que representa, una posibilidad de crecimiento….de evolución y de descubrimiento de nuevas posibilidades.

    No soy sádica….y por lo tanto no soy ninguna partidaria de “ensañamiento terapeútico”, ese que, curiosamente, se realiza a veces “bajo mano”, realizando pruebas diagnósticas invasivas, analíticas interminables…etc.., a personas a las que no les va a servir de nada, ya sea por la evolución de su enfermedad, por edad, o por ambas cosas.

    Pruebas y tratamientos que, sin embargo, si que sirven a algo que ahora se valora mucho, números y datos, elementos de estadística e incluso de trabajo de estudio…, también de investigación, sí, pero muy pocas veces se les explica así a los afectados.

    No, hay momentos en los que, a pesar de desconocer los procesos vitales en los que se desenvuelve ese tiempo de desconexión denominado “muerte”, se sabe que no “hay vuelta atrás” , y no hay por qué no actuar contra un dolor que no sirve para nada, o la angustia que supone el comprobar que tu respiración es ineficaz.

    El cuerpo suele tener sus propios recursos ante esos momentos, forman parte de lo inmensamente desconocido aún de nosotros mismos, o de lo aún incompletamente desplegado.

    Por eso, muchas veces hay que actuar ahí, porque no es una actuación con la intención de provocar directamente la muerte, ni siquiera de acelerarla, es una intención de favorecer la evolución de esa persona, liberándola de la tremenda dificultad que supone el sufrimiento.

    Como en tantas cosas, entiendo que toda intervención en lo ignorado, en lo que no conocemos, será una intervención ….. quizás a ciegas, equivocada, con efectos colaterales, aunque no seamos capaces de percibirlos, pero seguramente, deberíamos ser conscientes de ello, tener el valor de asumir nuestra ignorancia…y d la responsabilidad que adquirimos con ellos…seremos responsables de esos efectos, cualesquiera que sean, y , a pesar de ello, mantener, ante todo, que la realización de esas intervenciones estén respondiendo al afán por facilitar el desarrollo evolutivo de la persona a la que se atiende en un momento tan crucial, no nuestros propios intereses porque se termine pronto una fase que nos incomoda….o que afecte a nuestros bolsillos, no por algo tan…mezquino.

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  2. Loli
    15 mayo, 2017

    Perdón el anterior comentario no es para este blog,

    Lo siento

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  3. Loli
    16 mayo, 2017

    Memoria, entendimiento y voluntad, las tres potencias del alma, despliegan sus alas en nuestra primera intención de aceptar, respirar nuestro destino…..comprometernos con él.

    Podemos olvidar ese momento, obviar la promesa, decidir que nunca sucedió…pero está grabada por nuestro ángel, y sabemos que siempre presente.

    Se cumplirán los ritmos, aunque lleguemos a ellos con rostro de ancianos aniñados y temerosos, y en determinados momentos, puede que nos sorprendamos a nosotros mismos ante actos insospechados, quizás generosos y heroicos, quizás hasta lúcidos en algunos instantes…, lo grabado….grabado está.

    Puede que la inconsciencia, la tierra cuasi yerma de lo que pudo ser un fértil campo de cultivo de nosotros mismos, nos lleve a esos números mágicos de nuestros tiempos, con muy poquitos frutos…pero…sigo pensando que lo grabado…grabado está….manteniendo la esperanza y la fe…en la capacidad de realizar el destino.

    Y en algún momento, en algún rincón…o en muchos…a veces entendemos, y cuando ya se intuye la naturaleza aparencial de los deseos y objetivos que han marcado nuestra “razón”, ese entendimiento, se abre camino aunque a pequeñas ráfagas luminosas que se cuelan en los entretejidos velos de nuestros sentidos.

    Esa etapa “inútil” a ojos del modelo, que muestra muchas verdades, que no queremos mirar, que ocultamos…pero lo grabado, grabado está.

    Dice un libro que existe un nivel (Entendimiento), al que se le adjudica un valor numérico (63) y una de las cuatro formas de deletrear el nombre de YHVH .

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    • Alicia
      17 mayo, 2017

      63. Paraíso en el juego de la oca.
      http://valentina-lujan.es/oca/signipag7.pdf
      Lo que no entiendo, Loli, es lo de «una de las cuatro formas de deletrear el nombre de YHVH .»
      No sé ver a qué hace referencia ni qué significan esas letras.

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      • Loli
        18 mayo, 2017

        Son las cuatro consonantes que en la biblia nuestra corresponderían al nombre de Yahveh como nombre propio de Dios.

        La forma consonántica, (en hebreo no existen las vocales) es YHVH, también denominado Tetragrámaton, y no se pronuncia.

        Tiene que ver, lo de mi comentario, con un libro antiguo llamado «Bahir» relacionado con la tradición cabalística, y con la relación entre los números, las letras y correspondencias complejas entre todo eso y la Cosmogonía, donde, naturalmente, se encuentra el Hombre.

        Me llamó la atención la relación del número 63 con el Entendimiento…., en un momento en que, si se cumplieran los ciclos aludidos en el texto, la comprensión de muchas interrogantes que habrían salpicado las anteriores etapas, facilitaran contemplar con mayor claridad nuestro destino, recordar el compromiso adquirido, y que por ello, la importancia del «otro», se manifestara como el verdadero motor de nuestra razón de nacer.

        Es puramente anecdótico…nada más, y probablemente no tenga esa relación que me ha parecido encontrar, no tiene mayor recorrido.

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        • Alicia
          18 mayo, 2017

          No, si a lo mejor sí.
          Pero es que yo, he de reconocerlo, no sé hilar tan fino y a veces me pierdo.

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  4. Rafa
    16 mayo, 2017

    Si no te es grato el bullicio de la fiesta, si quieres paz para tu corazón cansado, apagaremos las lámparas, dejaremos nuestras arpas, nos sentaremos mudos bajo el susurro oscuro de las hojas, y la Luna doliente derramará sus rayos pálidos en tu ventana…

    Caminante, ¿qué espíritu inquieto se ha entrado en tu corazón, del corazón de la noche?

    Rabindranath Tagore

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  5. Rafa
    19 mayo, 2017

    Sería dificil definir lo que son las Sefirot; pero para hacernos una idea, podríamos compararlas con la información genética que nos envían nuestras proteinas.

    Las Sefirot, están unidas mediante 22 caminos, cada uno de los cuales tiene asignada una letra, que para los cabalistas, son rutas para llegar desde el mundo inferior hasta el mundo de lo divino,
    Por tanto todas las letras del alfabeto hebreo (22), tienen un equivalente numérico.

    A esto se le conoce como Gematria, que proviene de la misma raiz que la palabra Geometria.

    Si sumamos el valor de cada una de las letras de una cierta palabra, obtenemos un número.
    Pero debemos de tener en cuenta que estamos hablando de caracteres hebreos, en muchos casos, de sanscrito antiguo, no latinos, por lo que habría que buscar la equivalencia.

    Por cierto El Quijote, esta escrito en clave de cábala, y está lleno de ellos.

    En el caso del 63, sumando sus dígitos dá 9; número que tiene que ver entre otras cosas con los meses de gestación, y el fruto posterior.

    Si buscamos una simbología de este número. podríamos decir :

    » Da simiente al que quiere sembrar y no tiene, y consejo al que quiere acertar y no sabe «.

    Un abrazo

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  6. Loli
    19 mayo, 2017

    Gracias Rafa

    un abrazo

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